Adiós a Marisa Paredes. Una de las grades actrices de nuestro país ha muerto a los 78 años de edad.
Marisa Paredes logró el Goya de Honor en 2018, el único que tiene, aunque sí que fue nominada por su papeles en La flor de mi secreto, en 1996 y Cara de acelga, en 1988.
Fue ‘chica’ Almodóvar, porque juntos trabajaron desde 1983, con Entre tinieblas, después llegaría Tacones lejanos, La flor de mi secreto, Todo sobre mi madre, Hable con ella y La piel que habito.
No obstante, fue más que ‘chica’ Almodóvar. Elegante dentro y fuera de las cámaras, también tuvo papeles en películas extranjeras, como La vida es bella, de Roberto Benigni, pero también trabajó con cineastas como Arturo Ripstein en Profundo carmesí y El coronel no tiene quien le escriba; además de con otros nombres como Amos Gitai; Raoul Ruiz o Guillermo del Toro, en su filme sobre la Guerra Civil El espinazo del diablo.
Fue presidenta de la Academia de cine.
Fue una gran dama de la escena y también «la hija de la portera», como ella solía denominarse, Ella era “la hija de la portera”, porque ayudaba a su madre en el portal de la Plaza Santa Ana.
Su vida personal ha sido discreta, su pareja José María Prado, y tiene una hija, también actriz, María Isasi.