Hace frío y niebla en Salamanca, como antes. Como hace unos años, cuando el calentamiento global apenas había comenzado. Pero a 16 de diciembre algunos árboles todavía tienen sus hojas verdes.
En oposición este frío, bastante local, en Canarias acaba de acontecer un hecho extraordinario: se ha registrado una mínima por la noche 31º, temperatura nunca registrada en un diciembre. Y en Santa Cruz también, una mínima nocturna 29,6º.
El gráfico de Copernicus Climate Change Service prevé una anomalía térmica de 1,5 grados C, para el 2024. Lo que podría ser la superación del Acuerdo de París. Podría, porque no necesariamente esto quiere decir que ese grado y medio se vaya a mantener durante los próximos años, pero es muy, muy preocupante, porque lo que importa es la tendencia.
Cada décima de grado cuenta. Todas las autoridades, todas deberían de implicarse en la tarea de disminuir las emisiones y la ciudadanía también. Los viajes de finde a New York se deberían de acabar. Una gran parte de los viajes en avión y los largos y frecuentes viajes en coche privado también. Casi todos los recursos económicos habría que dedicarlos a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. No se hace, ni siquiera con los fondos europeos destinados supuestamente para ese fin, que se dedican, por ejemplo en Salamanca, a instalar horribles macetones en las calles. O en los 800 huertos urbanos, emplazados en la ribera del Tormes, donde antes había cientos de árboles y el Ayuntamiento debería haber plantado cientos más.
Por. Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca
1 comentario en «Espejismo de invierno»
¿No venden cervezas en los huertos?, pues al tiempo.