Raphael tiene un linfoma cerebral

El cantante está recibiendo un tratamiento específico para este tipo de cáncer y cancela sus conciertos de 2025
Raphael, el pasado mes de mayo en el Multiusos.

El cantante Raphael ha sido diagnosticado con un linfoma cerebral, según el informe médico proporcionado por su oficina de representación. El informe indica que artista presenta dos nódulos cerebrales en el hemisferio izquierdo, lo que explica los síntomas neurológicos que experimentó recientemente.

Se ha iniciado un tratamiento específico para este tipo de cáncer, y se prevé que el cantante reciba el alta hospitalaria en los próximos días.

Raphael ha estado hospitalizado desde el 18 de diciembre, después de sentirse indispuesto mientras grababa un especial navideño de La Revuelta.

Dejó el teatro donde se graba y acudió inicialmente al Hospital Clínico San Carlos y para ser trasladado posteriormente al Hospital Universitario 12 de Octubre a petición propia, porque es allí donde le hicieron el trasplanta de hígado.

Durante su hospitalización, Raphael ha recibido visitas de su familia, incluido su hijo Jacobo, quien esperaba que su padre fuera dado de alta el día de Navidad.

Debido a su ingreso, se suspendieron los conciertos que Raphael tenía programados en el WiZink Center de Madrid la semana pasada. También se ha anunciado la suspensión de los conciertos programados para principios de 2025 en República Dominicana, Costa Rica, Puerto Rico y México, ya que los médicos del artista han aconsejado que necesita «un extenso período de descanso y recuperación durante su tratamiento».

Qué es un linfoma cerebral

Los linfomas cerebrales primarios son un tipo de tumor cerebral poco frecuente. Estos tumores se originan a partir de los linfocitos (que son células normales de la sangre y del sistema linfático) y, por razones todavía desconocidas, su localización queda restringida al cerebro.

Los síntomas reveladores de la enfermedad suelen instaurarse de forma insidiosa y son inespecíficos.

Los más frecuentes son déficits neurológicos focales (como por ejemplo pérdida de fuerza en las extremidades de un lado, trastornos del lenguaje o de la visión, etc…), cambios en el carácter y comportamiento, y cuadros de aumento de la presión intracraneal (dolor de cabeza con vómitos intensos y visión borrosa), según la Clínica Universidad de Navarra.

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