Porque se acerca el fin del año, bueno es nos sirva la lección que fue la pandemia del Covid19 para comenzar al año 2025 con el propósito que no se repita cosa parecida. Sobrecoge recordar como el virus recorrió el mundo haciendo se pasara de la certidumbre y el dinamismo, a la inseguridad y la inactividad. Nunca más tan gran fracaso que asoló la tierra y devastó la confianza.
Aprendamos y obtengamos provecho de prueba tan terrible, reconociendo como gran valedor de la resistencia a las calamidades, el ánimo y la solidaridad de la gente corriente y celebrando el papel desempeñado por las instituciones públicas frente al interés particular. Bueno es que se antepongan las preferencias por lo público a las particulares y haya mayor exigencia de que se gobierne con honestidad y eficacia.
El tiempo de la pandemia está todavía presente con su estado de emergencia, confinamiento y pesadumbre. Frente a eso hay que avalar la prevención de los errores, estar con la razón de una sanidad pública eficiente y apoyar se socorra a los damnificados. Reciente tanto padecimiento colectivo, toca oponerse se imponga lo individual, la codicia de los desalmados y el gobierno de los ineptos. Virus que propician desconfianzas y agravan las catástrofes.
Por lo demás, miremos el firmamento y hagamos tantos buenos propósitos como estrellas contemos. CON EL DESEO DE FELIZ AÑO 2025, PARA TODOS Y TODAS PIDO PAZ Y PROSPERIDAD.
Licenciado en Geografía e Historia, exfuncionario de Correos y escritor
Aliseda, una puta coja (2018)
Lluvia de cenizas (2021)
Puesto a recobrar el aliento (2023)
Sombras en el jardín (2024)
1 comentario en «Más pandemias no, gracias»
Esa sintaxis!!!!!!!!!, escritorrrr.