Un vecino de la calle Rodríguez Fabrés se encontrará un chaperón de los buenos cuando regrese a su domicilio.
Los Bomberos de Salamanca tuvieron que acudir pasadas las 14.30 horas a la altura del número 23, porque les habían avisado de que había una fuga de agua en el edificio.
Al legar comprobaron que el agua procedía de una vivienda cuyos propietarios estaban ausentes y que cuando regresen van a tener una desagradable sorpresa.
Los Bomberos cortaron el agua, se cercioraron de que no había más riesgos y regresaron a su base.