Luis García Jambrina fue el encargado de recordar a Miguel de Unamuno en el 88 aniversario de su fallecimiento. Acto organizado por la asociación Memoria y Justicia de Salamanca desde hace 20 años. El escritor reconoció que era un honor para él estar en el cementerio en un día tan unamuniano, porque hizo frío, hubo niebla y, al contrario del escritor, todos los presentes llevaban abrigo, parece ser a Unamuno esta prenda no estaba muy presente en su armario, ni siquiera en los gélidos días invernales.
Jambrina bromeo con el hecho de que Unamuno y él eran “una pareja de hecho. Espero que lo lleve mejor que yo, porque para mí es una responsabilidad”, compartió. Aludiendo a que Jambrina este año ha presentado su última novela en el que Miguel de Unamuno es uno de los protagonistas, al ser investigador, ‘El primer caso de Unamuno’, que va a hacer un año de su presentación. Justo el año en el que se cumplió el centenario del destierro de don Miguel a Fuenteventura.
Así, como aseguró Jambrina delante de la tumba, Unamuno dejó “de dar guerra. Pero, tuvo la inteligencia de darle la vuelta y fue algo positivo para él. Descubre en Fuenteventura un paisaje desnudo que cuadra con la manera de ser de Unamuno”, señaló el escritor.
Jambrina reivindicó el papel del intelectual, “porque lo englobaba todo. Unamuno fue el gran intelectual de su tiempo y lo sigue siendo, porque ha desaparecido esa figura en los últimos tiempos. El intelectual persigue la verdad sin sobornarse. La obra más importante de Unamuno fue su propia vida”, matizó.
“Un intelectual es un contrapoder que se sitúa en ninguno de los dos polos, ni en el medio, tiene autoridad moral, de conocimiento. Habla desde la independencia y la razón y eso se echa de menos en estos tiempos”, puntualizó Jambrina.
Jambrina recordó la muerte de Unamuno y alberga convicciones de que Unamuno fue asesinado y fue un crimen de estado. Unamuno siempre fue reivindicativo, se pudo ver cuando se puso del lado de los agricultores salmantinos y eso le costó el puesto de rector. “Se bajaba al barro y trata de concienciar a los campesinos que busquen salidas para sus problemas”, analizó.
El acto concluyó cuando Jambrina procedió a colocar un ramo de flores en el niño de Unamuno.
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