Te puede gustar más o menos, pero Cristina Pedroche es todo un espectáculo. Siempre da la campanada, por lo tanto no aburre. La prueba de que es la reina de la Nochevieja, como el rey es Ramón García, es que lleva 10 años dando paso al nuevo año y en cada edición se ha ido superando, eso sí mostrando cada vez menos ropa o estructura, porque de unos años para acá, sus diseños son más obras de ingeniería que de costura.
Hace unos días anunció que esperaba su segundo bebé. Al ser el 28 de diciembre y sabiendo que tanto ella como su marido, Dabiz Muñoz, suelen gastar bromas, se pudo pensar que la presentadora y el cocinero estaban gastando una inocentada a sus seguidores. Pero, no fue así.
Este año, como viene siendo habitual, ha compartido plano junto a otro cocinero, Alberto Chicote. Volvió a lucir una estructura espectacular, diseñado con ayuda de su gran amigo y estilista Josie. El traje pesa 42 kilos, ha llevado más de 2.500 horas de trabajo y era capaz de disimular su embarazo.
La estructura está compuesta de: corsé, casquete y guardainfantes. Está cubierto por más de 8.500 cristales creados a partir de gotas de leche materna que la presentadora conservó durante su primera maternidad y que Belén Mozas, creadora de la marca de joyería Morir de Amor, ha cristalizado para esta ocasión, según se puede leer en la revista Hola.
El tocado es obra de los sombrereros artesanos de Vivas Carrión.
Por todo ello, el diseño lucido por Cristina Pedroche, te guste más o menos, es una obra de orfebrería.