Autoridades y representantes de colectivos sociales y sindicales acudieron a la plaza de la Constitución para guardar un minuto de silencio por la última víctima de violencia de género, Diana Marisol.
Diana Marisol tenía 29 años, una hija menor de edad, y fue asesinada por su ex pareja, de 60 años, que tenía una orden de alejamiento.
Fue asesinada la madrugada del lunes.
Un “gran” consenso político frente al negacionismo
ICAL. Por su parte, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, apostó este miércoles en Valladolid por un “gran” consenso político frente al negacionismo para renovar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y así combatir las nuevas violencias como la vicaria, la digital y la económica. En este sentido, aseguró que el Gobierno de España trabaja con los grupos parlamentarios en la renovación del pacto de Estado para mejorar los sistemas de protección y acompañamiento de las víctimas y dar respuestas más efectivas. “Apelo a los grandes consensos políticos por que son los que nos han hecho avanzar hacia una sociedad libre de violencias machistas. Hay que seguir insistiendo en que los consensos político y social son imprescindibles y los únicos que vencerán a este enorme problema de derechos humanos”, sentenció. Frente a ello, subrayó que el negacionismo de la violencia de género, que «impulsa la extrema derecha, mata y es tremendamente perjudicial” para las mujeres y la sociedad, al suponer una vuelta a la “caverna”.
Tras participar en el minuto de silencio y la concentración en repulsa por el último asesinato por violencia de género, que tuvo lugar a las puertas de la sede de la Delegación del Gobierno en Valladolid, al igual que las subdelegaciones del resto de provincias, Redondo destacó que el año 2024 cerró con 47 mujeres asesinadas, lo que calificó como un dato “terrible” y es una muestra del “fracaso” de la sociedad y la democracia. En todo caso, sentenció que se ha avanzado mucho desde la aprobación de la Ley Integral contra la Violencia de Género en 2004, ya que los 47 asesinatos -la cifra más baja en la serie histórica- contrastan con los 73 de hace dos décadas. En este sentido, aseguró que el Sistema VioGén, que protege a unas 100.000 mujeres en España, “funciona” y “salva vidas”, aunque apostó por mejorarlo y perfeccionarlo.
De ahí que apuntara, según recogió la Agencia Ical, que las negociaciones con el Ministerio del Interior están muy avanzadas para la puesta en marcha del VioGén 2 a lo largo del mes de enero, que actualizará los criterios y procedimientos ordinarios de inactivación de casos abiertos, con el objetivo de restringir los supuestos de desactivación en favor de la seguridad y protección de la víctima.
La ministra dejó claro que, sin ningún género de duda, la lucha de la violencia contra la mujer es su “prioridad absoluta”. “Hay que acabar con el mayor problema de derechos humanos que tienen las mujeres y la sociedad española para contar con una ciudadanía libre de violencias machistas”, añadió. A su juicio, la sociedad tiene que caminar hacia la igualdad real de oportunidades entre hombres y mujeres. “Hay una minoría, cada vez más reducida y residual, con un discurso que hace daño al conjunto y provoca dar pasos atrás en democracia y derechos humanos, que es algo que no podemos consentir”, señaló.
Ana Redondo mostró su preocupación en que el negacionismo y este tipo de mensajes cale entre los más jóvenes. “Me preocupa que este discurso negativo y destructivo afecte a los chicos, que les perjudica, les daña y les hace violentos, además de alejarlas de sus compañeras y del sistema”, sentenció.
La ministra manifestó, tras recordar la “fuerza” y “humanidad” de la última mujer asesinada por violencia de género -Diana Marisol, en Madrid-, que la Navidad es un momento “especialmente peligroso” para las víctimas de malos tratos. “Es un momento en el que el maltratador y el machista utiliza todas las estrategias de poder e imposición para hacer lo que quiere y hacer daño, daño a las mujeres”, precisó. De ahí que pidiera que las mujeres y sus entornos extremen las precauciones por que el machismo utiliza la familia y, en ocasiones, el subterfugio de los hijos.
