El Amigo Invisible es una tradición para entregar y recibir regalos habitual en cualquier festividad navideña, ya sea en entornos de familia, amistades o trabajo. La fórmula es sencilla: cada persona debe regalar algo a alguien del grupo, elegido por azar, y sin que el agasajado sepa qué presente recibirá y de quién. Pero… ¿cómo mejorar la fórmula? ¿Cómo hacerlo diferente, más original, divertido y especial que el año pasado? La Crónica de Salamanca propone cinco variantes para un Amigo Invisible renovado de cara a este Día de Reyes.
El bingo de los regalos
Cada persona del grupo debe comprar un regalo, que formará parte de los premios, y que deberán estar envueltos para mantener el misterio. Se jugará al bingo para determinar qué paquete del montón corresponde a cada participante. Cantar línea supondrá un regalo al azar, pero cantar bingo permitirá a la persona elegir el regalo que desee.
La opción temática
Hacer las fiestas y eventos con un matiz temático aporta a cada acontecimiento un aire único. En este caso, el grupo puede acordar un tema, o bien elegirlo al azar de entre los propuestos por cada persona. Regalos deseados en la infancia y nunca conseguidos, cosas de un color concreto, regalos cinematográficos, presentes de temática charra, obsequios para el relax o de temática sexual pueden ser algunas alternativas. Los regalos, claro, girarán en torno al tema elegido. Y el vestuario de ese día también podría estar enmarcado en la temática, para ambientar el momento.
La versión solidaria
“Ya tengo de todo, no quiero nada” es la forma en la que muchas personas dicen “no” a cualquier posibilidad de recibir un regalo. En casos así, quizá sea más interesante centrarse en quienes tienen menos. Realizar una donación a una ONG o una organización de carácter social en nombre de esa persona puede ser una estupenda manera de hacer feliz al prójimo (tanto al agasajado como a la entidad en cuestión). Además de aportaciones económicas, se pueden incluir como regalos los algunos de numerosos artículos solidarios que las ONG tienen a la venta.
Para ‘jugones’
Si el grupo que va a dar y recibir regalos tiene predilección por los juegos de mesa y los videojuegos, existe la alternativa de organizar un campeonato que determine qué regalo se llevará cada uno. Por ejemplo, primero elige el ganador; después, quien haya quedado en segundo puesto, y así sucesivamente. Los regalos deberán ser válidos para cualquier persona y estar bien envueltos. La opción de competir por un regalo también puede incluirse si se establecen ‘duelos’ dentro del juego elegido para, por ejemplo, tratar de ganar un presente que nos ha gustado más que el obtenido.
El Amigo Comilón
La comida es siempre un buen regalo, dicen. Este año, una edición diferente del Amigo Invisible puede ser una versión de esta tradición, pero donde únicamente se permitan regalos que se puedan comer (o beber). Como broche final, existe la posibilidad de degustar todas las viandas durante una merienda o cena grupal. Esta variante permite, a su vez, otras dos, en concreto, que los regalos sean alimentos comprados, o bien elaborados de forma casera, según decida el grupo, ya sea por acuerdo o por azar.