El nuevo año sigue estando acompañado de cambios y avances tecnológicos. La tarjeta SIM, que se creó en 1991 para identificar los teléfonos móviles, y que guarda nuestra información de usuarios dentro de cada teléfono móvil, tiene los días contados. Está previsto que una nueva tecnología la sustituya.
Las principales operadoras están trabajando ya en ello. Movistar, Vodafone y Masorange, están encaminando sus pasos a la eSIM, una tarjeta digital que estará integrada en el terminal móvil, y que irá desbancando al formato físico que por el momento permite nuestras conexiones móviles y nos permite almacenar datos. Además, es de banda ancha, con una mayor eficiencia que la SIM convencional, al tiempo que promete mayor seguridad.
La eSIM puede ser gratuita o tener costes adicionales, en función de cada operador. Esta nueva tecnología permitirá vincular un número y una tarifa a varios dispositivos, así como llevar más de un número en un mismo terminal. En un futuro, está previsto que permita asociar nuestro número a operadores de varios países a la vez, una utilidad idónea para personas que realicen viajes internacionales habitualmente.