Puertas, escaleras y fachadas de Salamanca llevan más de una década decorándose con graffitis. Es cierto que el Barrio del Oeste, con su galería urbana, concentra la mayor parte de estos murales, pero en otros puntos de la ciudad menos conocidos también hay sorpresas. Es el caso de la obra situada en la calle Cándido Albarrán (barrio de Pizarrales), que nos envía una lectora a modo de foto denuncia debido al deterioro que presenta.
“Partes de la pintura ya se han caído y otras están a punto”, explica nuestra seguidora. “Es una pena que en otros barrios se hagan intervenciones de calidad y se mantengan. Siempre habrá barrios de primera y barrios de segunda, y está claro que, cuanto más lejos del centro, menos importante es el barrio”, denuncia. Asimismo, lamenta que no haya “alguna actividad que renueve el barrio y le dé color, como en el Oeste, o incluso en algunos pueblos pequeños. Un lavado de cara y una buena mano de pintura le vendría genial Pizarrales, a ver si el Ayuntamiento se da cuenta”, concluye.
La obra que muestra la foto denuncia fue pintada en 2016 por el artista Pablo S. Herrero, autor de la intervención en pictórica del ‘Edificio Nido’ en el Barrio del Oeste (calle Wences Moreno). Su título es ‘La respuesta’ y se trata de un trabajo colaborativo junto con la artista Milu Correch.
Hace varios meses, el mural tuvo una pequeña reforma para tapar el resultado de un acto vandálico que afeó durante semanas uno de los elementos centrales de la obra, la cabeza o máscara de animal que sostiene la niña. Sin embargo, el resto del graffiti está cada vez más dañado.