El presunto fraude fiscal de 350.000 euros del empresario Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, continúa siendo un caso abierto. Son varias las ocasiones en las que el imputado ha logrado librarse de dar explicaciones ante un tribunal, por lo que la Fiscalía ha urgido este martes su declaración, al tiempo que ha recordado a la magistrada que instruye el caso que el próximo marzo se cumplirán el plazo de 12 meses establecidos para terminar la instrucción. Si llegara a transcurrir el año desde la apertura de diligencias, el siguiente paso sería solicitar una prórroga o declarar la causa como compleja, como advierte la Fiscalía.
El pasado noviembre estaba previsto que el novio de la presidenta Madrileña declarara pero, tras la apertura de una nueva línea en investigación (la que lo vincula con el grupo de asistencia sanitaria privada Quirón), el imputado pidió que su declaración se suspendiera.
Ya antes había conseguido librarse de otra cita en los juzgados. En concreto, el pasado 20 de mayo, el novio de Ayuso no compareció ante la imposibilidad de localizar a otros acusados. Ese día, además, trató de pasar inadvertido ante la prensa utilizando una peluca.
Y hay otra citación más, también infructuosa (el imputado ni siquiera entró en los juzgados), en concreto, la de finales de junio, cuando quedó aplazada a causa, una vez más, a su supuesta vinculación con Quirós. En esa ocasión, PSOE y Más Madrid pidieron que se analizaran sus relaciones.