Los usuarios de las piscinas municipales ven deficiencias, carencias y se sienten engañados por los plazos dados para la apertura de las piscinas de La Alamedilla. Además, desde hace meses observan falta de mantenimiento en las instalaciones que permanecen activas. No es la primera vez que muestran sus quejas.
Los plazos para la reapertura de las piscinas de La Alamedilla se han ido dilatando en el tiempo. En principio se dijo que iban a estar en septiembre y luego, que en diciembre. “Cuando preguntamos a los trabajadores de las piscinas, no saben nada de cuando abrirán, de cómo van las obras o de si seguirán los cursos. Nadie informa de cómo será la nueva organización en las piscinas de La Alamedilla”, explica uno de los usuarios de la piscina.
Sobre este asunto, desde el Ayuntamiento informan que las obras acabaron a finales de diciembre como estaba previsto. “Ahora están con la puesta a punto de las instalaciones: limpieza, colocación del nuevo mobiliario, llenado del vaso… No hay una fecha concreta de reapertura”, explican.
Otra de las preocupaciones de los usuarios de las piscinas es la deficiencia en el cuidado de las instalaciones. Entre otras cosas, falta luminosidad en algunas piscinas y zonas. “Duchas frías, ambiente desagradable y algunas playas de las piscinas están en mal estado”, apuntan.
Además, están viendo retrasos en el cobro de las mensualidades desde hace varios meses. “Los cobros están gestionados por domiciliación bancaria y no nos llegan, preguntamos en taquilla, sabemos que ellos les piden explicaciones a los superiores y lo que nos dicen al final es que ya nos llegará el cobro. Pero, no es lo mismo pagar mes a mes que tres o cuatro meses de golpe”, indican los usuarios.
La empresa concesionaria tuvo problemas con Hacienda, que embargó sus cuentas, y se suspendieron los pagos y cobros como se hacían habitualmente, algo que aún se sigue arrastrando en la actualidad.
Sobre el contrato
Por otro lado, sobre la nueva empresa que lleva la gestión de las piscinas tras los problemas de Clequali es la misma con distinto collar. Solo ha cambiado de nombre, porque Prointal y Clequali pertenecen al mismo grupo. El contrato en vigor expiraba en diciembre y, de momento no hay renovación.
El Ayuntamiento explica que “se está elaborando en estos momentos los pliegos del nuevo contrato”. No precisan el plazo, “pero se intentará agilizar lo máximo posible. Ahora hay una ampliación del contrato, una figura habitual hasta que se licite el nuevo”, puntualizan desde el consistorio.
Al no estar todavía listo el pliego de condiciones, una vez que esté realizado habrá que sumarle aproximadamente seis meses hasta que entre la nueva empresa, por lo que puede ser después del verano.