Alquilar una habitación costaba de media en Salamanca 290 euros al mes al acabar diciembre de 2024, lo que supone un aumento del 11,8 por ciento en comparación con el ejercicio anterior, según los datos difundidos este martes por el portal Fotocasa.
Se trata del tercer precio más caro de Castilla y León y la segunda subida más alta de la Comunidad, lo que refleja la tensión que se está produciendo en el mercado de los pisos compartidos, segmento que ha dejado de de ser exclusivo de los estudiantes desde hace un tiempo ya.
El alquiler medio de una habitación en Castilla y León fue de 300 euros/mes en diciembre, mientras que hace un año (2023) costaba 272 euros. Las ciudades más caras para compartir vivienda son Valladolid y León, seguida de Salamanca, frente a las más económicas como Burgos y Ponferrada.
El precio medio del alquiler de una habitación en Castilla y León cierra 2024 con un incremento anual del 10,6% y sitúa el precio en 300 euros al mes, según el estudio “Viviendas compartidas en España en 2024” basado en los precios de la vivienda en alquiler del mes de diciembre de los últimos 9 años del Índice Inmobiliario Fotocasa.
Así, los precios medios de las habitaciones en un año pasaron de 272 euros/mes en diciembre de 2023 a los 300 euros/mes de diciembre de 2024. El mayor aumento se produjo en Valladolid (18,4%), Salamanca (11,8%) y Burgos con un 2,9%.
En el conjunto del país, el precio medio se situó en 520 euros tras subir un 11,7 por ciento, según Fotocasa. “El precio de una habitación en una vivienda compartida ya supera en España los 500 euros de media por primera vez en su historia. Esto quiere decir que los inquilinos nunca habían tenido que hacer frente a un coste tan alto como ahora. A nivel general de España, la subida del alquiler de una vivienda entera ha sido mayor (14%) que la de una habitación (11%) debido a que la oferta de habitaciones ha aumentado significativamente. Sin embargo, no lo suficiente, ya que la demanda de esta tipología también se ha elevado, porque cada vez más inquilinos se ven obligados a compartir vivienda para rebajar el esfuerzo salarial. Los precios más altos corresponden a las ciudades más tensionadas”, explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.