La Audiencia Provincial de Salamanca absolvió a un hombre acusado de agredir sexualmente a la hija de su expareja. Los hechos habrían ocurrido nueve años antes de ser denunciados cuando la joven aún era menor. Sin embargo, la sala no considera probado un delito por el que se enfrentaba a penas de hasta 15 años de prisión y a una indemnización, reclamada pro la acusación particular, de 30.000 euros.
De hecho, en su escrito de conclusiones provisionales, el Ministerio Fiscal estimaba que los hechos no eran constitutivos de delito alguno, pidiendo la absolución del procesado con todos los pronunciamientos favorables, al igual que su defensa, que especificaba en las actuaciones que los hechos “son rotundamente falsos y nunca tuvieron lugar”.
El acusado, de 55 años y sin antecedentes penales, tuvo una relación sentimental con la madre de la supuesta víctima, que actualmente tiene 25 años de edad. La relación, que se prolongó durante seis o siete años, acabó con “enemistad, reproches y denuncias entre ambos”. La joven pasaba algunos fines de semana con su madre y con la pareja de ésta en un chalet.
Sin embargo, según la sentencia a la que tuvo acceso Ical, no consta con la suficiente certeza que en una inconcreta ocasión sucedida sin saberse día ni mes y en el chalet, cuando la menor tenía once o 12 años y posiblemente en el año 2013, mientras la madre estaba trabajando en horario de mañana, pudiera haber sucedido que el procesado sometiese a la niña a tocamientos en sus genitales introduciéndole los dedos en su vagina y tocándole los pechos.
La menor no le contó a su madre que ocurrieran hechos de esa naturaleza, ni consta probado que se lo contase a sus hermanas. Y, en cualquier caso, no denunció estos hechos a lo largo de los siguientes años, sino hasta el 29 de diciembre de 2022.
