Un nuevo convenio de colaboración firmado entre el Ayuntamiento y la Junta de Semana Santa de Salamanca permitirá la “promoción, fomento y desarrollo” de los actos que integrarán este programa religioso y cultural durante 2025. El Consistorio aportará 91.900 euros, casi el triple de lo aportado con el anterior acuerdo.
De la cifra total, 66.900 euros irán destinados a la «distribución procesional» y la realización de actividades como el concurso de fotografía ‘Semana Santa Salmantina’ – Memorial Lorenzo Rodríguez Durán, la presentación del cartel, actos religiosos y procesionales, el pregón y el musical ‘Godspell’.
Otra parte de esta aportación municipal, 25.000 euros, se invertirá en “la adquisición, restauración o conservación de elementos procesionales como pasos, banderas, estandartes, cruces de guía, faroles, incensarios o navetas”, según se detalla desde el Ayuntamiento.
El convenio también contempla la colaboración del Consistorio para la ”promoción y difusión” de la Semana Santa a través de “la edición de revistas, folletos, programas de mano, soportes digitales y audiovisuales, pancartas, carteles, vinilos, balconeras, exposiciones, charlas y conferencias”, agregan.
El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, y el presidente de la Junta de Semana Santa de Salamanca, Francisco Hernández, firmaron el convenio el pasado miércoles.
2 comentarios en «El Ayuntamiento destina casi 92.000 euros a la Semana Santa, el triple que antes»
Quiero que promocionen también mi religión: soy «pormisgüevista», de la iglesia de mis santos co..laterales, luego tengo el mismo derecho. Los impuestos los pago igual que cualquiera.Amén
Piensan en el Ayuntamiento, que regalando el dinero que le confían los ciudadanos para comprar hábitos, capirotes, figuritas ensangrentadas y demás parafernalia, van a conseguir entrar en los cielos. Más les valdría ser honrados, evitar comisiones, erradicar el nepotismo y ser justos con los trabajadores y, sobre todo, dejar de mentir cada día. Quizá así consiguieran marcharse en paz cuando llegara su momento postrero, sin más. Porque si todas las paparruchas, cuentos asustaniños y horteras de los del hábito fueran verdad, irían de patitas a ese lugar calentito que se llama infierno.