El grupo municipal de Vox saltó por los aires este lunes. Dos de sus tres integrantes, pertenecientes al sector crítico, cesaron al portavoz y uno de ellos se autodesignó para sustituirlo en el cargo. El aparato del partido considera «inadmisible y desleal» este movimiento.
La dirección del partido tanto provincial como nacional, conocieron este mismo lunes la decisión de dos de los tres concejales del grupo municipal en el Ayuntamiento de Salamanca, en concreto los concejales Alejandro Miguel Pérez de la Sota y María de los Ángeles Carpio, de cesar a Ignacio Rivas como portavoz del grupo, para a continuación nombrar a Alejandro Miguel Pérez de la Sota como nuevo portavoz del mismo, y acordar la expulsión de Ignacio Rivas del grupo municipal «en una reunión sin convocatoria previa y por tanto sin orden del día», dice el partido.
«La actuación de estos dos concejales, no afiliados al partido, y que no representan a Vox, ha sido totalmente al margen del partido, de forma
unilateral y personal, contraviniendo el criterio y las indicaciones del mismo, e implica por tanto el secuestro del grupo municipal Vox en el
Ayuntamiento de Salamanca y de la voluntad de los votantes de Vox en las pasadas elecciones municipales, en otro movimiento más de varios
cargos que lo único que demuestran con sus actos, es atender a sus intereses personales atacando y dañando directamente al partido y a nuestro máximo representante y presidente nacional, Santiago Abascal», dice el partido.
Por último, desde la dirección del partido consideran estos hechos «inadmisibles y desleales con los principios y fundamentos de Vox, por lo
que estamos trabajando por adoptar las medidas necesarias para salvaguardar la voluntad de los votantes de Vox y los ideales y fines del
partido por los que estas personas obtuvieron su acta de concejales bajo las siglas de Vox, y reconoce como único representante en el Ayuntamiento de Salamanca a Ignacio Rivas».