«Enero ya pasó. Seguimos». Así de comienza Anabel Pantoja su comunicado, donde agradece a familiares y amigos que estuvieran con ellos en las salas de espera, «acompañándonos, dándonos un abrazo, o matando el tiempo… Allí hicimos la familia aún más grande», asegura.
Anabel Pantoja y su pareja David Rodríguez han vivido dos meses en una montaña rusa de emociones. La llegada al mundo de su hija Alma y a los 40 días el ingreso de la pequeña en el hospital canario. Después llegaron las investigaciones y ahora a esperar que se resuelva judicialmente su caso.
No obstante, mientras llega ese momento, Anabel Pantoja lucha por llevar una vida cotidiana, de paseos al parque con su pequeña, de acercarse al mar, de compartir comidas y cenas con amigos. A los que nombra: Tella, Carmen, Titos, Ani, Leti… que nos supieron a gloria bendita, Mamá, Fernando, suegros, «gracias por ese equipazo y ese apoyo infinito», apunta.
La sobrina de Isabel Pantoja también quiere agradecer el cuidado y atención que recibió su hija y ellos del equipo de la UMI, «y la tercera y cuarta planta por su amor, respeto y cariño. Jamás os olvidaré», reconoce.
En esta enumeración de devolver, Anabel tienen una mención al equipo de limpieza y mantenimiento por su maravilloso corazón «al verme durmiendo en los sofás. Sois únicos», corresponde.
También tiene un recuerdo para los demás papás y mamás que al igual que ellos tenían a sus hijos en el hospital. «Allí me ayudasteis a levantarme, a saber ser madre y luchar, gracias por vuestras charlas y palabras de ánimos, ante vuestra situación, sois unos campeones, ojalá volvernos a ver todos en la playa, o en el parque con nuestros héroes», concluye.