El anhelo de un grupo de entusiastas de la naturaleza se ha hecho real este lunes. Profesionales de la Consejería de Medio Ambiente y habitantes de los municipios del Cerrato palentino han visto cómo este lunes el lince ibérico ha echado a correr por los montes de estas poblaciones, tras varios años de un arduo trabajo para la puesta en marcha del proyecto y de conseguir la unión y sensibilidad de la sociedad rural.
Juan López / ICAL. Los dos ejemplares de este lunes son los primeros de un total de seis que se irán liberando poco a poco, algo que dependerá fundamentalmente del carácter y comportamiento de los animales, procedentes del programa de cría en cautividad de la especie, tal y como acordó hace unos meses el grupo de trabajo del lince ibérico, dependiente del Comité de Flora y Fauna.
Los motivos fundamentales para proponer y solicitar esta área de reintroducción han sido la mayor abundancia de las poblaciones conejo y de cobertura de matorral, los mejores datos obtenidos de la actitud social ante la reintroducción y una mayor superficie de terrenos en la que se han firmado convenios de colaboración con el proyecto, según indica la Junta.

Se trata del resultado del trabajo desarrollado por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio durante más de dos años en los territorios identificados de Cerrato palentino y de Cañones del Duero, en Zamora. En Palencia se ha constatado un área estudiada en el Cerrato palentino en los alrededores de los términos municipales de Astudillo, Villalaco, Torquemada y Villamediana, entre otros, y se ha descrito una abundancia de conejo de 57 letrinas por kilómetro en las mejores 10.000 hectáreas propuestas, frente a las 25 de Zamora.
Por otro lado, la valoración social ante la reintroducción en Palencia ha sido muy favorable, con el 93 por ciento de los encuestados a favor del proyecto, frente al 59 por ciento en Zamora, lo que aplaza de momento la reintroducción en esta última zona geográfica la acepción pública ha sido menor y deberá espera. También se han conseguido cartas de apoyo o firmas de convenio por propietarios de terrenos o titulares de cotos en una superficie del 72 por ciento del área propuesta en Palencia, frente al 21 en Zamora.
Un hito histórico
Con la aprobación de la reintroducción de la especie en el Cerrato palentino se produce un hito en la recuperación del lince ibérico en la Península Ibérica. Se trata de la primera área de reintroducción en la mitad norte peninsular y se produce aproximadamente medio siglo después de la desaparición del lince de la Meseta Castellana. Esta zona del Cerrato es idónea para albergar la especie por su cobertura de matorral, una abundante población de conejos y unas buenas condiciones orográficas, imprescindibles para el asentamiento y la reproducción de este felino. Todo ello, tanto el entorno como la positiva aceptación de la sociedad, han compuesto una candidatura imbatible que ha sido aceptada.
Se han realizado trabajos de mejora de los puntos de agua existentes en el Cerrato, mediante la construcción de nuevas charcas y bebederos, que beneficiarán tanto al conejo como a la perdiz y a otras especies de fauna, pero también se avanza en la implementación de medidas correctoras en las zonas de mayor riesgo de atropello, mediante desbroces de cunetas y mejora de pasos de fauna.

Durante el año 2024 se amplió la zona de trabajo en el Cerrato palentino, incluyendo nuevas zonas de hábitat óptimo previamente identificadas en los modelos desarrollados, muestreándose nuevamente este año tanto las zonas identificadas en 2023 como el área localizada al norte de la autovía Palencia-Burgos.
Entre los criterios, muy exigentes, se establecen una superficie continua mínima de 10.000 hectáreas de hábitat adecuado de cara a permitir obtener una población de lince ibérico viable a largo plazo.
La suelta, tras los preparativos
En una reciente visita de un equipo de Ical a Astudillo quedo constatada la relevancia de que el lince ibérico regrese a la Meseta Norte, tal y como señaló entonces el palentino José Luis Blanco, de 67 años: “El último lo vi yo mismo en estas tierras en 1971”. Se trata de uno de los propietarios con los que la Consejería colabora para la reintroducción de este felino. Por el momento es mediante una suelta blanda, una especie de régimen de semilibertad y en montes de utilidad pública gestionados por el Ayuntamiento, en los que se acometieron los preparativos para la llegada de una especie que cuenta con el beneplácito de todos los sectores de la comarca, la razón principal, además de la importante densidad de conejos, sustento alimenticio del lince ibérico.
Por ambos argumentos, la Junta ha seleccionado este territorio. “Hay muchos ojos puestos a nivel mundial en esta liberación”, subraya a Ical el jefe de Servicio Central de Espacios Naturales, Flora y Fauna, David Cubero.

Para ello, la Consejería invierte dos millones de euros hasta el 2026, tanto en infraestructuras para el desarrollo del proyecto como en mejoras de hábitat, tales como charcas, cercos para facilitar su adaptación y majanos y refugios para el conejo. Lo primero fue construir un cercón de presuelta para los linces, donde se han soltado hoy. El Comité de Cría ha aprobado la liberación de 23 linces en 2025 en España, y seis lo harán en Castilla y León.
A partir de ahí, el programa contempla la entrada de otros tres o cuatro por año hasta su consolidación global, que llegará cuando puedan reproducirse por sí solos. Para cada uno de ellos, que procederán de alguno de los centros de cría que existen en la Meseta Sur, el departamento dispondrá en enero de un informe sobre su conducta elaborado por los responsables de estas instalaciones. “En ese momento valoraremos cuál es la mejor decisión”, manifiesta Cubero, quien pisa un terreno de monte bajo, allí donde se han elegido los mejores cuadrantes para reintroducir al felino en la Meseta Norte por primera vez desde que se extinguiera en los años 70, y conseguir, a partir de ahora, su asentamiento y consolidación.
Para empezar, se construye un cerco de una hectárea que servirá de aclimatación de los linces y que tendrán una docena de bebederos, así como diez vivares de tubos que sirven para refugio de conejos, en una zona seleccionada, precisamente, por la gran densidad de ellos. Esta infraestructura se situará dentro de un gran cerramiento para, cuando acabe esa adaptación, los linces puedan ir saliendo poco a poco a su régimen final de libertad absoluta. Por ello, afuera, también se construirán progresivamente otras 29 charcas y 16 vivares para los conejos, tanto en montes de utilidad pública como privados.
De forma paralela a la construcción de estas infraestructuras, la Junta avanza en la fase de firma de convenios de colaboración con propietarios de fincas privadas y titulares de cotos de caza para realizar inversiones también en estas propiedades, que permitirán implementar mejoras de hábitat para el lince. Los propietarios de fincas creen que la presencia del lince también incrementará la vigilancia con agentes forestales, lo que sujetará a los furtivos de otras especies, como corzos, ciervos y jabalíes.

Los propios cotos han pedido que se reintrodujera el lince porque, dicen, está demostrado que donde hay muestras de su presencia aumenta la población de perdiz. Fuera de la zona cero del lince, otra de las medidas relevantes será el desbroce y limpieza en carreteras, a lo largo de 14,3 kilómetros, que facilite la visibilidad de los conductores cuando pasen por estas zonas para evitar atropellos, principal causa de mortalidad de estos felinos en la Península Ibérica, pero que también beneficiará al resto de la fauna y a la seguridad vial”.
La referencia de Montes de Toledo
Los expertos apelan a seguir el ejemplo de reintroducción del lince en Montes de Toledo, donde el programa de reintroducción comenzó en 2014, y ya cuenta con casi un centenar de animales e incluso, se han convertido ya en donantes a otras zonas del país. Aunque la evolución no fue sencilla, pues en las primeras sueltas, los animales “se marchaban porque buscan a otros linces, hasta que finalmente se asentaron”, explica David Cubero. Por eso, advierte de que “no será nunca un fracaso que al principio se vayan, porque hasta el segundo o tercer año las hembras no fijarán el territorio, que tiene muy buena calidad”.
Todo ello se gestiona a través de un Comité de Cría y un Protocolo de Traslocación, que establece las formas de sueltas, dónde y el cómo, en un “gran trabajo” realizado en estos años por Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura y Portugal, y al que ahora se suma Castilla y León.
En él se asientan las bases para las variables de hábitat y densidad de conejos necesaria. La decisión del Cerrato palentino es el resultado de años de trabajo, donde debe haber al menos 10.000 hectáreas “de hábitat de continuación forestal, con un mínimo de un 20 por ciento y máximo de 80 por ciento de superficie de matorral, y con una densidad de conejo de 20 letrinas por kilómetro cuadrado.

La otra zona que se está estudiando son los Cañones del Duero, aunque por el momento en una fase muy incipiente. “Ha sido un trabajo muy intenso, pero muy bonito”, recuerda David Cubero, quien echa la vista atrás y agradece la recepción obtenida por la población y los diferentes sectores económicos de Astudillo, con un 95 por ciento de aceptación.
Igualmente, para prepararse para posibles intervenciones sanitarias, el proyecto recoge también actuaciones en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Valladolid, donde se ponen en marcha, de forma preventiva, ocho mudas o espacios específicos para alojar de manera temporal a linces para cuarentenas, tratamientos veterinarios, chequeos, etc. Este recinto estará integrado en la red de centros a nivel nacional y dará cobertura no sólo a los ejemplares reintroducidos en Castilla y León.
La instalación de mudas en el CRAS de Valladolid consta de dos módulos comunicados por un pasillo: el de personal especialista y el de boxes para linces. La superficie útil total es de 527 metros cuadrados y se invertirán 389.472,34 euros.
1 comentario en «El lince ya corre por Castilla y León»
Dos millones de euros para mejorar la vida de dos linces no está mal,también se le alegraba la vida a muchos castellano Leoneses pero bueno imaginamos q será buena inversión y merecerá la pena para todos,nunca se le puede dar gusto a todos