El atún en conserva es un producto recurrente en muchas despensas. Se utiliza en recetas sencillas y rápidas del día a día y, de hecho, es uno de los pescados azules más consumidos en España.
Sus ventajas, los altos niveles omega-3, que ayuda a mantener unos buenos niveles de colesterol, según la Fundación Española del Corazón. También contiene selenio, fósforo y varias vitaminas. Sin embargo, puede contener mercurio, algo nada recomendable para nuestra salud.
Sin embargo, es posible elegir bien entre las opciones presentes en el mercado y dar con aquellas latas que menos presencia de esta neorotoxina presenta. Para ello, es imprescindible leer bien la información de cada producto.
En este sentido, la nutricionista Leticia Zoé explica en su cuenta de Instagram que, las latas que contienen la palabra “atún”, se suelen elaborarse a partir de especímenes de Katsuwonus pelamis o atún listado, que es la que menos mercurio suele contener.
Sin embargo, las etiquetadas como “atún claro”, procedentes de peces de la especie Thunnus albacares o yellowfin, un animal de mayor tamaño, presenta más cantidad de este metal. “Conclusión: si no te quieres volver loco revisando latas, compra ‘atún’ y no ‘atún claro’”, concluye la experta.