Opinión

Trampas mortales para animales inundan el campo de Salamanca

Un caminante rescatando a un animal en un paso canadiense.

En los últimos años, el entorno natural de la provincia de Salamanca y de zonas limítrofes como Zamora o Ávila se ha plagado –y sigue plagándose– de trampas que están causando la muerte de la fauna silvestre. Decenas, si no cientos, de animales salvajes perecen a diario, muchos de ellos en peligro de extinción. Aunque el objetivo de quienes han colocado estos artefactos en la naturaleza no era matar animales, sino cercar el ganado, han acabado convirtiéndose en trampas mortales para anfibios, reptiles y pequeños mamíferos, sin mencionar a los invertebrados.

Me refiero a los pasos canadienses, un sistema de rejas colocado en el suelo de los caminos para impedir el paso del ganado sin necesidad de usar puertas. Los animales ungulados, como vacas, ovejas, cabras, caballos o burros, evitan cruzarlos por temor a quedar atrapados, mientras que permiten el paso de vehículos y personas. Se llaman ‘canadienses’ porque se popularizaron en ese país, pero en los últimos 20 años han proliferado en nuestros campos y montañas como una aparente solución para las entradas a fincas ganaderas.

Sin embargo, no son una buena solución, especialmente para la fauna silvestre de nuestra querida tierra. Mientras que el ganado ovino, bovino o caprino se detiene y retrocede sirviendo así de medida disuasoria, no se comportan así los reptiles, anfibios y pequeños mamíferos que intentan cruzar y terminan cayendo en el foso, convirtiéndose en presas de una trampa sin salida donde mueren por deshidratación e inanición. Así me lo han confirmado rescatadores de fauna salvaje y basta con hacer senderismo o pasear por nuestros campos para comprobarlo: al observar a través de la reja, se pueden ver numerosos cadáveres de estos animales en el foso.

Las construcciones humanas que terminan siendo trampas para la fauna son un problema global, aunque cada territorio tiene sus propias problemáticas. En nuestra tierra, eminentemente ganadera, los pasos canadienses han causado una elevada mortalidad debido a este ‘efecto trampa’.

Que los pasos canadienses se hayan instalado de manera masiva en nuestra provincia y áreas colindantes tiene su razón de ser. Como aficionado al senderismo, sé que en ocasiones los senderistas entramos en conflicto con ganaderos y cazadores. Muchos caminos de uso público atraviesan fincas privadas y, por leyes antiquísimas, deben permanecer abiertos para el paso de caminantes.

Algunos ganaderos cercan sus fincas y cierran el paso, lo que provoca las quejas de los senderistas, ya que, aunque tienen derecho a vallar sus fincas, están obligados a dejar un acceso mediante una puerta. Pero también hay senderistas –o, mejor los llamaría yo, domingueros– que cruzan las fincas dejando las puertas mal cerradas. Si una vaca se escapa, instintivamente seguirá el camino y todos los caminos desembocan en una carretera, esto puede provocar accidentes de tráfico mortales y serios problemas para el ganadero.

Por esta razón, estos elementos arquitectónicos han proliferado. Sin embargo, una vez expuestas las consecuencias para la fauna, el problema debe abordarse y la solución es sencilla. No es necesario desinstalar todos los pasos canadienses, sino modificarlos mínimamente para evitar que sigan siendo trampas mortales. Basta con añadir en el interior del foso pequeñas rampas que permitan a los animales salir de nuevo hacia arriba o habilitar en el fondo del foso salidas en forma de canal o túnel para permitir el escape de los animales atrapados. Son ajustes sencillos, de bajo coste y que tendrían un impacto muy positivo en la biodiversidad de nuestro ecosistema salmantino.

Con este artículo, insto a la administración a legislar para hacer obligatorias estas medidas en todos los pasos canadienses, haciéndose cargo de los costos de su implementación y no trasladando la responsabilidad a los ganaderos. Son ellos quienes han cuidado la dehesa y el monte durante siglos, permitiendo que hoy podamos disfrutarlos los senderistas y montañeros.

Además, también animo a los senderistas y montañeros a que, en sus caminatas, revisen el interior de estos dispositivos para rescatar a los animales atrapados que frecuentemente se pueden encontrar aun con vida y también a que coloquen estratégicamente ramas o piedras en las inmediaciones para facilitarles el paso.

Hagámoslo todos bien, ganaderos, pastores y lo que ahora se llaman senderistas pero siempre se llamaron caminantes, para preservar la naturaleza charra, como lo hemos hecho durante siglos. Y, sobre todo, que lo haga bien la administración, que solo necesita escuchar al pueblo y recoger sus ideas.

Por: Andrés Hernández López

9 comentarios en «Trampas mortales para animales inundan el campo de Salamanca»

  1. Totalmente de acuerdo, una mala solución se convierte en un problema mayor. Que se hagan las reformas pertinentes para que puedan salir los animalillos que caen en esta trampa mortal.

    Responder
    • Me parece muy buena iniciativa, creo que la Diputación podría hacerse cargo de modificar estos pasos, tiene competencia y presupuesto para hacer estas intervenciones.

      Responder
  2. Me parece muy buena iniciativa, creo que la Diputación podría hacerse cargo de modificar estos pasos, tiene competencia y presupuesto para hacer estas intervenciones.

    Responder
  3. Totalmente necesario, ojalá las administraciones se hagan eco de esta problemática, hay que proteger a la fauna autóctona, que ya demasiado sufre por la acción del hombre

    Responder
  4. Pues la verdad no había pensado nunca que esos pasos canadienses fueran un problema
    Siempre lo vi para que no se escaparan las vacas
    Pero claro si son una trampa para los “pequeños “ hay que hacer algo
    Fuerzas senderistas muchos años y me encanta el campo y tenemos la obligación de cuidarlo
    Gracias Andres por tu artículo

    Responder
  5. Bien de acuerdo. Hay algunos pasos que para que no se inunden de agua sobre todo en vertientes tienen un tubo de unos 20 cm de sección por el pueden salir los animalitos que caigan por el entrenado. Claro está que en porteras en terreno llano sería más dificil habría que buscar soluciones.

    Responder
  6. Lo que hay que hacer es eliminar la ganadería y dejar de explotar a los animales para nuestro consumo!! Así se soluciona todo!

    Responder

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Te recomendamos

Buscar
Servicios