«Es inhumano lo que ocurre en la residencia de Boada»

El Ayuntamiento de Boada, así como los vecinos y los ancianos de la residencia de mayores de Boada piden socorro para salvar la residencia. Este grito de auxilio es para que los mandatarios de la Junta de Castilla y León lo escuchen. «Queremos informar y denunciar lo que está ocurriendo en la residencia. Es inhumano, agotador. No sabemos qué hacer», explican desde el Ayuntamiento.

El Ayuntamiento de Boada denuncia públicamente la grave situación de la Residencia de Mayores de Boada, que ha quedado sin personal suficiente para cubrir los turnos nocturnos, obligando al alcalde, Juan Matías, y a la teniente de alcalde, Eva María Moro, a asumir personalmente la atención de los internos durante dos noches consecutivas.

La residencia de Boada abrió en 2016 con el objetivo de crear empleo local y garantizar el bienestar de los mayores. Durante los primeros cinco años, la empresa gestora Losada y Cacebone cumplió con lo pactado, pero, según informan desde el Ayuntamiento, la pandemia marcó un punto de inflexión, iniciando una serie de incumplimientos por parte de la empresa que han derivado en la situación límite actual.

Entre las irregularidades denunciadas por el Ayuntamiento se encuentran:

• Impago del canon pactado con el Ayuntamiento, acumulando una deuda de 45.000 euros.
• Impagos a proveedores, lo que llevó a la residencia a quedarse sin calefacción ni agua caliente.
• Corte de luz por parte de Iberdrola y falta de mantenimiento básico en las instalaciones.
• Riesgo sanitario por legionela, detectado por inspecciones de la Gerencia de Asuntos Sociales, debido a la falta de mantenimiento del sistema de agua caliente.
• Ante esta situación, el Ayuntamiento emprendió acciones legales contra la empresa, pero el Juzgado de Instrucción rechazó la demanda tras dos años, indicando que debía haberse seguido la vía administrativa.

Al mismo tiempo, «la Gerencia de Asuntos Sociales realizó inspecciones en la residencia, confirmando deficiencias considerables y sancionando al Ayuntamiento con 3.001 euros, declarándolo responsable subsidiario pese a que la gestión de la residencia no está en sus manos», exponen desde el Ayuntamiento.

Ahora se preguntan: ¿Cerrar la residencia o buscar un nuevo gestor? «Un callejón sin salida. Tras la intervención de la Fiscalía y el Juzgado de lo Contencioso nº 2 de Salamanca, el Ayuntamiento recibió dos opciones: Cerrar la residencia, lo que implicaría la reubicación de los internos en otros centros de la comarca y adjudicar la gestión a una nueva empresa», puntualizan.

El Ayuntamiento apostó por la segunda opción e inició negociaciones con otra empresa. Sin embargo, las trabajadoras actuales exigen, el reconocimiento de su antigüedad con la empresa anterior, una condición que la nueva gestora no acepta, bloqueando el proceso.

La gota que colma el vaso: la residencia sin personal para el turno de noche. «La crisis alcanza su punto máximo los días 28 de febrero y 1 de marzo, cuando una baja imprevista dejó sin cobertura el turno de noche. Las trabajadoras restantes manifestaron que no podían asumir ese servicio por falta de personal y el Ayuntamiento, pese a buscar con urgencia personal cualificado, no pudo realizar contrataciones al no estar dado de alta en el sector, tal y como indicaron su gestoría y su secretario municipal», explican.

Ante la falta total de respuesta de las instituciones responsables, el alcalde Juan Matías y la teniente de alcalde Eva María Moro asumieron personalmente cubrir el puesto de trabajo de la residencia durante la noche, acompañados por Genara Moro, hija de uno de los residentes y vecina del pueblo y que está noche volverán a hacerlo. “No podíamos dejarlos solos y abandonados. Mi moral no me permite dejar a los internos solos y abandonados durante dos noches. Asumimos la responsabilidad porque nadie más lo hacía. En todo momento informamos a la Guardia Civil y a los familiares de la situación», señala el alcalde de Boada.

Por su parte, la teniente de alcalde, Eva Moro, ha denunciado la falta de apoyo institucional. «Hemos agotado todas las vías legales confiando en que el bienestar de los mayores estaría protegido, pero no ha sido así. Nos encontramos en un caso de indefensión total por parte de las instituciones competentes y de unas leyes que protegen a los que las incumplen.”

El Ayuntamiento ha interpuesto numerosas denuncias contra la empresa gestora, todos los familiares y algunas empleadas. También han presentado quejas ante la Gerencia de Asuntos Sociales.

Ahora, ante la pasividad de la administración, el Ayuntamiento hace un llamado urgente a la Junta de Castilla y León y a la Gerencia de Asuntos Sociales de Salamanca para que intervengan de inmediato y pongan fin a esta crisis. Sin que tenga que cerrarse la residencia ya que pese a todo los residentes están bien atendidos y se encuentran a gusto. Y es un bien social para el pueblo y comarca.

Mientras tanto, los residentes de Boada siguen en un limbo de incertidumbre, a la espera de que alguien asuma la responsabilidad que hasta ahora ha recaído, injustamente, en un pequeño ayuntamiento que ha hecho todo lo posible para evitar la tragedia.

Actualmente, viven en la residencia 18 mayores, a los que se unen en esta denuncia familiares, corporación municipal y todo el pueblo. «Lloramos de impotencia ante tanta dejadez de la Junta de Castilla y León, a través de su Gerencia de Asuntos Sociales, que está permitiendo una gestión inhumana y reprobable por parte de la empresa que tiene la gestión», apunta desde el consistorio de Boada.