La Xunta de Galicia ha dado el visto bueno a la macrofábrica de celulosa que Altri espera construir en Palas de Rei (A Ulloa, Lugo), al conceder la declaración de impacto ambiental (DIA). Durante meses, vecinos y grupos ecologistas se han manifestado en la comarca, así como en toda Galicia, pidiendo la paralización del proyecto por las terribles repercusiones que le atribuyen. Sin embargo, el Gobierno regional asegura que es “ambientalmente viable”.
La futura planta de Altri ocuparía 112 hectáreas, tendría una chimenea de 75 metros de altura y consumiría 1,2 millones de toneladas de eucalipto al año, por lo que dedicaría el suelo a este monocultivo. Además, utilizaría 46.000 metros cúbicos de agua al día procedente del río Ulla. “El monstruo de celulosa de Altri prevé usar tanta agua como toda la provincia de Lugo, necesitará arrasar el suelo con más monocultivo de eucalipto, y su chimenea, tan alta como esta catedral -en referencia a la de Santiago de Compostela, donde los ecologistas realizaron una acción de resistencia en altura este verano-, emitirá azufre, óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono”, advierten desde Greenpeace.
La declaración de impacto ambiental, hecha pública este viernes en el Diario Oficial de Galicia (DOG), cuenta con las firmas de la directora general de Calidade Ambiental e Sostibilidade, María José Echevarría, y el subdirector de Avaliación Ambiental, Alejandro Carrera, y tiene fecha del 5 de marzo. “No hay nada que ponga en duda esta DIA”, ratifica el Gobierno gallego.
Tras la publicación en el DOG, se abre ahora el trámite de audiencia, durante el que se podrán presentar alegaciones en un plazo de 10 a 15 días. Luego, la Xunta dará la autorización ambiental y solicitará a la empresa el proyecto de ejecución, que se analizará en junta consultiva de la Xunta en lo relativo a ordenación del territorio y urbanismo.
El siguiente paso será que la conselleira de Economía eleve el expediente para que el Consello de la Xunta apruebe el proyecto industrial estratégico. Después, llegaría el inicio de las obras. En este sentido, dado que la macrocelulosa requiere una subestación eléctrica no incluida en la planificación estatal estatal, se prevé que la viabilidad del proyecto dependa también del Ministerio para la Transición Ecológica, según advierten desde la Xunta.
La macrofactoría tiene previsto instalarse en una zona que limita con la Red Natura de la Serra do Careón, por donde pasa el Camino de Santiago. Su objetivo es producir 400.000 toneladas anuales de celulosa soluble y otras 200.000 de lyocell, una fibra textil vegetal similar al algodón que se obtiene de la pulpa de madera de ciertos árboles. La empresa calcula captar 250 millones de euros de fondos europeos para realizar una inversión de 900 millones con esta nueva factoría.
