Salamanca merece una segunda oportunidad

El ocio salmantino llegó a ser referente en España por su calidad, creatividad y diversión. Hablamos de los años ochenta y noventa
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Una multitud en la zona de ocio de Bermejeros. (Archivo)

Hace décadas que Salamanca vive de las rentas, al menos en cuanto a la calidad del ocio nocturno. La década de los ochenta y noventa del siglo pasado se abrieron en la capital del Tormes locales que fueron imitados por empresarios de hostelería llegados de otras ciudades y comunidades que vieron que el arte no solo estaba en las Catedrales y monumentos, también lo había en el interiorismo de sus bares. Arte y copas, podía ser el lema de esas décadas doradas.

Además de buen servicio y decoración, los hosteleros de la noche ofrecían conciertos, fiestas temáticas, microteatro, monólogos, actuaciones de magos, recitales… rara era la noche que no había algo cultural en sus locales, para desembocar en el fin de semana, donde la música tenía su sello propio en cada uno de los garitos. No es ciencia ficción, esto fue una realidad. Había imaginación y energía para darle al cliente algo más que una bebida espirituosa bañada en hielo, con un refresco y una rodaja de limón. Es más, al terminar la noche se pasaban bandejas de canapés.

Esto ocurría hace dos décadas. La realidad de la noche salmantina de ahora es un vaso, hielo, burbujas, alcohol y poco más. Hace unos días, se conoció que el presidente de la Asociación antigua de Hostelería y un grupo reducido de hosteleros de ocio nocturno presumían de sus buenos contactos con las muy altas esferas políticas a nivel municipal y autonómico. Además de fanfarronear sobre un documento vinculante que van a firmar con el rector de la Universidad de Salamanca, ya que, según ellos, muchos jóvenes eligen nuestra ciudad para estudiar «por la fiesta».

“El problema va más allá de la mera anécdota. Algo hemos hecho mal para que algunos hosteleros incurran en este tipo de ideas en un ‘todo vale por la pasta’. Están intentando canalizar a los jóvenes al consumo sin freno de alcohol e incluso arremeten contra los que prefieren quedarse en casa y tomar una copa o refresco con los amigos”, señala Chenche Martín Galeano, líder de Por Salamanca.

Salamanca cuenta con más de 30.000 universitarios, 26.805, de la Universidad de Salamanca, y 4.768, de la Pontificia, que eligen la capital charra porque será de las ciudades universitarias donde más estudiantes hay de otras provincias de España. Este dato beneficia la economía capitalina en cuanto a alquileres, comprar en comercios de proximidad y supermercados, tiendas de ropa, librerías… y también en bares y locales de ocio nocturno.

Las preguntas que se hacen desde Por Salamanca son: ¿Queremos convertir a Salamanca en el Magaluf de Castilla y León? ¿Por qué ‘cuatro’ empresarios quieren repartirse el pastel y hablan en nombre de todo el sector? ¿Hasta dónde quiere llegar el alcalde con este tipo de mal llamado ocio? ¿Son tan importantes este grupo reducido de empresarios?

Miguel García, portavoz de Por Salamanca, va un paso más allá, porque quizá se interese por darle a los universitarios algo más que diversión en un vaso. “¿Hay alguna otra propuesta que desconozcamos de bares o restaurantes? Porque por la regla que utilizan los hosteleros, quizá los dueños de restaurantes debían de quejarse si comemos en casa”, ironiza García.

Desde Por Salamanca esta manera de ofrecer ‘entretenimiento’ por parte de ciertos empresarios de hostelería les parece “inaceptable. Nosotros apostamos por un turismo de calidad; por una Feria de Día ubicada en el Recinto Ferial, donde haya actuaciones y verbenas; por una Nochevieja Universitaria fuera de la Plaza Mayor, que es patrimonio de la Humanidad, no de unos cuantos hosteleros; también por recuperar el Carnaval en el barrio de Labradores, en la avenida de Portugal. Sin olvidar el fomento del ocio saludable y el bienestar y disfrute del conjunto de la ciudadanía y no para el lucro de unos pocos”, enumera Chenche Martín Galeano, líder de Por Salamanca.

Un ocio imaginativo, creativo y divertido devolverá a Salamanca al lugar dónde estuvo. Fue referente nacional y eso contribuyó a mejora la economía charra. “Solo hay que proponérselo y trabajar para ello. Saldremos todos beneficiados, porque Salamanca tiene una hostelería de calidad y unos grandes profesionales en el sector. Hay que animarlos a que vuelvan a ilusionarse con su oficio”, concluye Martín Galeano.

3 comentarios en «Salamanca merece una segunda oportunidad»

  1. Eso es fácil:
    1° Desde la Universidad se solicita formalmente la abolición del Plan de Bolonia. Para ello se acude al Pleno de Universidades con el Presidente de la antigua asociación de Hostelería que actuaría como ponente con el argumentario que utilizó en su propuesta.
    2° El Ayuntamiento de Salamanca repartirá bonos descuento para bebidas alcohólicas en determinados establecimientos designados por el ponente del punto anterior.
    3° Se habilitarán nuevas terrazas climatizadas y suntuarias cuyos gastos correrán a costa de los vecinos que tendrán el privilegio de tenerlas en sus puertas.
    4° Se establecerá una nueva tasa sobre los beneficios que se revertirá a los hosteleros de restauración del centro para compensar su no participación en las cosumiciones nocturnas.
    Bueno, y lo que se nos vaya ocurriendo.

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  2. Unos cuantos se han apropiado de la buena prensa de Salamanca como Ciudad a una Universidad Pegada con miles de jóvenes que aquí vienen a estudiar y todo lo han resumido a noche-alcohol-drogas sin más ocio joven de calidad…nada de cultura, nada de creatividad, nada de nada…una pena.

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  3. Es penoso que en Salamanca manden una minoría de hosteleros que le están haciendo mucho daño a la ciudad con el beneplácito de señor alcalde, Carlos Carbayo

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