La economía de España crecerá este año y el que viene hasta quedar muy por encima de la media europea. Así lo estima la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que revisa al alza su previsión de expansión del producto interior bruto (PIB) español para 2025. Según detalla, pasará del 2,3% al 2,6% este año y, en 2026, se incrementará del 2% al 2,1%.
Mientras, la eurozona registrará una rebaja generalizada debido la incertidumbre que marca el panorama comercial y geopolítico, donde las tensiones por los aranceles fijados por Estados Unidos son los grandes y temidos protagonistas. Los resultados también son a la baja en las cifras globales, pues se prevé un descenso para la economía mundial del 3,1% este año y de hasta un 3% para el siguiente.
Respecto a la inflación, la OCDE revisa al alza la subida de los precios prevista en España, que llegará este año al 2,5%, y que el diciembre se esperaba que fuera del 2,1%. Para el próximo año, se espera un 2,1%, una décima por encima de la estimación hecha previamente.
La inflación subyacente, que descuenta el impacto de la energía y de los alimentos frescos, sería del 2,2% en 2025 y, en 2026, del 1,9%. En los dos casos se sitúa por debajo de lo anunciado con anterioridad pues, en diciembre, OCDE pronosticaba un 2,3% y un 2%, respectivamente.
Las previsiones de la OCDE se basan en el supuesto de que los aranceles bilaterales entre Canadá y Estados Unidos, así como los establecidos entre México y EEUU, aumenten en 25 puntos porcentuales adicionales “en casi todas las importaciones de mercancías a partir de abril”. Sin embargo, la actividad sería más fuerte y la inflación más baja en dichos países si las tasas arancelarias terminaran siendo menores o se aplicaran a menos bienes, por lo que las previsiones podrían no ser exactas.
En la actualidad, la fragmentación de la economía global “es una preocupación clave”, situación que podría suponer un aumento de la inflación en todo el mundo, con una política monetaria más restrictiva. “Un mayor gasto gubernamental en defensa también podría respaldar el crecimiento en el corto plazo”, pero “potencialmente, aumentar las presiones fiscales en el largo plazo”, se explica desde la OCDE.