La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a un salmantino a veinte meses de prisión en total por dos delitos de maltrato, y a permanecer lejos de su víctima durante seis meses por otro delito continuado de vejaciones cometidos sobre el hijo de su actual pareja, que cuando ocurrieron los hechos tenía siete años.
Se declara probado que el acusado convivía con su actual pareja, con la que tenía una hija de un año cuando ocurrieron los hechos (2021), y con el hijo que ella tuvo de una relación anterior, que tenía siete años cuando se produjeron los comportamientos que motivaron su procesamiento judicial.
Durante la convivencia, era costumbre en el hogar común que el procesado caminase desnudo, cuando se disponía
a ducharse. De ordinario tomaba la ducha en compañía del hijo de su compañera actual.
La sentencia señala que en los meses de mayo y junio de 2022, en alguna ocasión, cuando el acusado estaba desnudo para ir a tomar una ducha, pasó junto a la hija común menor de edad, con el pene cerca de la niña, provocando que la menor lanzase las manos hacia él, al tiempo que bromeaba con el chiquillo.
A lo largo del año 2021 y hasta junio de 2022, en alguna ocasión, cuando el acusado estaba desnudo para ir a tomar una ducha junto con el hijo de su pareja actual, «le dirigía a éste expresiones tales como ‘mira que pichón tengo yo y mira que pitilín tienes tú’ y otras similares, a la vez que se tocaba el pene delante del menor, haciendo chanza de la comparación».
Asimismo, «durante el tiempo que la familia tuvo en el domicilio una perra, e igualmente cuando el acusado estaba desnudo, la perra, de meses de edad, hacía el ademán de alzarse hacia el pene del acusado, quien reía el suceso delante del niño».
Cuando quiso corregir algún comportamiento del menor de edad en alguna ocasión «lo agarró del cuello y le alzó del
suelo, sin que conste que le causase lesiones», y otra vez «le asestó un golpe en la parte alta de la espalda con la mano sin que conste que le causase lesiones».
El fallo también considera probado que en varias ocasiones se dirigió al menor con expresiones tales como “eres un inútil, no
vales para nada, no vales ni para vender tuercas, no vas a ser nadie en la vida”, y otras similares.
La Audiencia lo absuelve de los delitos de abuso sexual y los dos de exhibicionismo de los que venía siendo acusado,
declarando de oficio la mitad de las costas causadas.