Los tanques enviados desde España a Ucrania para su uso durante la guerra desecandenada tras la invasión rusa están resultando poco efectivos. Se trata del modelo Leopard 2, facilitados también desde Alemania (país precursor de este modelo en los años 60), Países Bajos, Finlandia y Polonia.
Su diseño es demasiado complejo, lo que dificulta su reparación, según informa el medio italiano Scenari Economici, basándose en la transcripción clasificada de una reunión entre un agregado de defensa alemán con base en Kiev y unos 200 soldados de la Bundeswehr (Fuerzas Armadas de Alemania).
El diplomático destapa, como principal dificultad, recuperar los vehículos de combate averiados en el campo de batalla, por la falta de repuestos y por su complejidad.
La situación hace que se deban enviar a equipos especializados situados en el oeste de Ucrania, o incluso a Polonia, tanto para reparaciones como para su mantenimiento.
A este respecto, el director general del Centro de Iniciativas de Resiliencia Europea, con sede en Berlín, Sergei Sumlenny, explica que estas circunstancias hacen que “si uno o dos necesitan reparación, gran parte de los que Ucrania tiene quedan repentinamente fuera de servicio por un tiempo”.