Hay varios momentos en el encuentro con Marce Muños: uno más institucional, en el que se ve que es secretario general de UTG en Salamanca y la defensa sin ambages que hace del sindicato y la labor que desempeña en la sociedad. El otro, más personal, donde recuerda momentos vividos junto a su padre haciendo las pancartas del Primero de Mayo, sin esforzarse mucho aún le viene el olor a pintura de aquellas telas pintadas a mano a finales de los años setenta.
Por curiosidad. ¿Le gustan las gambas?
¡Hombre, claro! Cómo no me van a gustar las gambas. Pero… las pago con mi dinero. Funcionario desde hace 30 años.
Marce ¿Qué es el poder?
Uff. Se puede utilizar para hacer el bien o el mal. Me gustaría que el poder sirviera para influir en la vida de la gente, para bien. No sé si es una definición ortodoxa, pero para mí el poder es eso.
¿Ser sindicalista hoy es ser un poco revolucionario?
Depende a quién le preguntes.
Creo que le ha tocado.
(Risas) Entonces sí, porque somos uno de los elementos esenciales de la sociedad. Todos los cambios sociales que se han propiciado, en el caso de la UGT en los últimos 140 años de su existencia, han pasado por manos de sindicalistas, de la legislación y hoy en día sigue siendo igual. Así que sí, creo que eso es ser un poco revolucionario.
¿Alguna vez se ha sentido encasillado?
Sí. Ser sindicalistas y de la UGT da para una cantidad de calificativos y apelativos estándar que… Te puedes imaginar… desde la primera pregunta hasta el resto.
Se refiere a las gambas…
Sí y si las pago yo o no. La clave de la cuestión es quién las paga.

Su padre también estuvo vinculado a UGT. ¿Cuál es el primer recuerdo que tiene relacionado con el sindicato?
Ver a mi padre pintando una pancarta del Primero de Mayo. De rodillas en el suelo, la pancarta de tela roja, marcaba las letras con la tiza, le daba una mano de ‘alkil’, era para que no chupara mucha pintura la tela, y luego pintaba las letras. Nada que ver con las de ahora, que vienen de la central y son perfectas. Mi padre las pintaba él.
Si se esfuerza un poco, ¿todavía recuerda cómo olía esa pintura?
Sí. Tendría seis o siete años. Mi padre ha estado vinculado a la UGT desde siempre.
¿Hemos cambiado mucho desde aquella Salamanca sindical de su padre a la de ahora?
(Se lo piensa) Mi padre tenía otra concepción del sindicalismo a la que tenemos hoy en día. Él no entendía la figura del liberado sindical. Soy funcionario desde hace tres décadas y empecé a estar ligado a la UGT desde el principio, también como liberado. Mi padre no lo entendía.
¿En qué sentido?
Mi padre trabajaba en Tejisa. Si estaba en la fábrica de zapatillas por la mañana, echaba una mano en el sindicato por la tarde; si lo hacía por la tarde o por la noche, iba a la sede por la mañana. No acababa de entender la figura del liberado…
¿Para bien o para mal?
Ni para bien, ni para mal. Para él el sindicato era tu trabajo por un lado y compromiso sindical por el otro. Los tiempos han cambiado y desde la Ley Orgánica de Libertad Sindical tenemos la opción de estar liberado sindicalmente para trabajar por el sindicato y por tus compañeros y compañeras de la empresa o administración con una mayor eficacia, al menos desde mi punto de vista.

Al estar fuera, en su caso de la Universidad de Salamanca, ¿conocen bien los problemas o problemáticas de sus compañeros?
Más o menos conozco toda la problemática de los trabajadores y trabajadoras de la provincia de Salamanca. Conozco las cuestiones de más calado, pero no estoy al punto de lo que se está negociando en cada mesa, porque no llego a todo.
Delega…
¡Claro! Por ejemplo, en la Universidad hay unas personas magníficas llevando la sección sindical y atendiendo a las compañeras y compañeros. Al igual que ocurre en las otras federaciones. Soy el secretario general de UGT en Salamanca, es el nexo trasversal entre las tres federaciones y la cara visible del sindicato.
Permítame que regrese a sus recuerdos de la infancia. ¿Qué música/canción/lema/frase le viene a la cabeza de esos momentos?
¡A galopar!
¿Va a rescatar alguna de esas consignas este Primero de Mayo?
Las consignas del Primero de Mayo vienen de arriba abajo.
¿No va a buscar algo ‘solo’ para Salamanca?
Siempre lo hago. El discurso o arenga que hacemos desde el balcón de la Plaza Mayor siempre hablo de lo que pasa en Salamanca, de cómo está la situación.
¿Cómo está?
Los datos con relación al mercado laboral de Salamanca son muy buenos.
¿Cómo nunca?
Si, en número de afiliados y cuantía de recaudación a la Seguridad Social. El número de parados es bajísimo, por debajo de la época de antes de la pandemia.
¿Está todo hecho?
No. Hay sectores muy jodidos. Además, casualidades de la vida siempre coincide con los sectores más feminizados, como puede ser todo lo relacionado con la dependencia. Todas las subcontratas de la Administración…
La Administración debería velar un poquito por ellos…
No es lo mismo un funcionario que una persona que trabaja para una empresa que trabaja para la Administración. Esa empresa intermedia no es la Administración. La Administración está para dar un servicio público y el objetivo de la empresa es ganar dinero.
Pero el pagador, en este caso la Administración, debería exigir un poco más… Debería tener control, de velar cómo se gasta ese dinero.
No vela. Tendría que hacerlo.
¿Ustedes no pueden hacer nada?
Denunciamos todas las situaciones que son denunciables. Se trabaja en ello, se denuncia, se va al juzgado, a la inspección de trabajo… pero uno llega hasta donde llega.

Son uno de los pilares del estado del bienestar. ¿Qué perderíamos como sociedad si no estuvieran ustedes?
Echa la vista atrás.
¿Hasta dónde?
140 años. Todos los avances que ha habido con relación a los trabajadores y trabajadoras de este país han pasado por las manos de la UGT. Todos los que te imagines.
Es la segunda vez que lo dice en la entrevista.
Es que es verdad. No me invento nada. En los últimos años, Ley Ryder, revalorización de las pensiones, sacar de las pensiones todos los gastos que no son propios, contrareforma laboral… Todo ha pasado por manos de la Unión General de Trabajadores.
Teniendo en cuenta que lo clásico nunca pasa de moda. ¿Qué tiene UGT para seguir de actualidad después de casi 140 de historia?
Nada. Nos seguimos dedicándonos a lo mismo que hacíamos en 1888, que es defender los derechos de los trabajadores y trabajadores; tratar de que su vida sea digna, al igual que su salario y que tengan unas condiciones de trabajo buenas. Hoy en día pedimos una cosa súper sencilla: que se respeten las condiciones laborales, que se cumpla le ley.
¿Cómo cree que les va a afectar que la Inteligencia Artificial se vaya instalando en las empresas?
Es un reto que tenemos encima de la mesa ahora mismo, porque se estima que se van a perder el 60% de los puestos de trabajo de la Administración.
¿Tantos?
Sí, me refiero a los funcionarios que están detrás de una mesa, que trabajan con datos, expedientes… Tendremos que adaptarnos.
En 140 años, ya han vivido más más revoluciones.
Efectivamente, como cuando entró la máquina de vapor y cambió todo el panorama. La inteligencia artificial lo va a cambiar todo, porque va a haber muchos puestos de trabajo que no tengan razón de ser. Tendremos que adaptarnos. Surgirán otros trabajos.
¿Usted es más lobo solitario o elefante en manada?
(Silencio) En mi vida privada, no sé. Sindicalmente hablando soy elefante en manada. Sin mis compañeros y compañeras, sin las tres federaciones, sin la Unión de Jubilados y Pensionistas y sin los trabajadores de la casa no podría hacer lo que hago todos los días.
Si abriera su ordenador. ¿Con qué nos sorprenderíamos?
Uff. Soy un tipo muy sencillo. Te encontrarías con parte de una tesis en la que estoy trabajando y medios artículos que tengo escritos para La Crónica de Salamanca y cuando tengo tiempo los voy acabando.
Me dicta y yo escribo. ¿Qué le gustaría que cambiara/mejorara en estos cuatro años como secretario general de UGT Salamanca?
Que mejoraran las condiciones de trabajo de las personas que tienen una situación precaria. Hay sectores que cuando sube el salario mínimo, lo que hacen es bajarles las horas que trabajan, pero siguen pagando lo mismo.
Por ejemplo.
Si pagan 900€ y sube el salario mínimo a 1.000, lo que hacen es que quitan horas del contrato, para seguir pagando lo mismo, pero si pueden, que continúen trabajando el mismo tiempo. Eso sí que me gustaría que mejorara, que todos los trabajadores y trabajadoras tuvieran unas condiciones laborales y salariales justas y dignas. Nada más, no pido otra cosa.




















4 comentarios en «“Pedimos una cosa super sencilla, que se cumpla le ley”»
Me parece una maravillosa entrevista tanto sindical como personalmente.
Y un magnifico secretario general de la UGT para salamanca. Un fraternal saludo Marce
Maravilloso artículo
Todos los trabajadores debieran estar afiliados: ¿Por qué no lo están?
Como dice el Strio. General de la UGT de Salamanca: “SÍ, 140 AÑOS DEFENDIENDO TODOS LOS AVANCES SOCIALES”
“Quien tenga ojos u oído, vea u oiga”
Yo he estado afiliado u me quité después de ver las mamarrachadas en Diputación, gente poco sería y para ellos mismos, una auténtica vergüenza.