Josmi, en Garrido, es una de esas ferreterías de toda la vida donde es posible ir a comprar un tornillo. Así, tal cual, solo uno, sin necesidad de llevarse una cajita de plástico con varios que quizá no se vayan a utilizar nunca. Además de vender todo tipo de productos de reparación y mantenimiento, ofrece artículos para el hogar, sobre todo de cocina. Tras más de 40 años sirviendo al barrio, el negocio está a punto de cerrar: se traspasa por jubilación.
El trasiego de clientes es constante. Su dueño, José Ángel Gómez Collado, lo ratifica, y así lo comprueba también La Crónica de Salamanca, pues en el tiempo que nos concede para contar su historia hacemos pausas constantes en la entrevista para atender a su clientela. Una veces la venta es posible y otras no, porque este salmantino se retira pronto y tiene previsto mantener abierta la tienda sólo cinco meses más.
Muchos clientes se sorprenden y lamentan la noticia. Porque José Ángel es parte de la ‘familia’ de Garrido desde que él y su compañera de vida y de negocio, Milagros Sánchez Díaz, se instalaron en el barrio (y quizá de ahí el nombre del proyecto, ‘Jos’, de José, y ‘Mi’, por Milagros). El matrimonio abrió su primera ferretería en la Plaza de Barcelona, donde trabajaron durante 18 años. Luego se trasladaron a la calle Los Ovalle, y allí el negocio lleva abierto desde hace 25.
Cuando José Ángel y Milagros (ya fallecida) tenían poco más de 20 años, consiguieron unos ahorros trabajando en Torrevieja. Luego “nos vinimos a Salamanca y pensamos: ‘¿Qué montamos?’ Y dijimos… ‘¡pues una ferretería! Yo tenía algo de idea, porque había trabajo con muebles’”, recuerda el responsable de Josmi.

Empezaron «sin nada, de cero»
“Sin nada”, así iniciaron su andadura. “Fue empezar de cero, con las cuatro ‘perrinas’ que traíamos de Torrevieja, y a partir de ahí fuimos tirando para delante”. Cada día entran “unas 80 personas” en Josmi, en su mayoría vecinos de la zona, pero también de otras partes de Salamanca, pues se trata de una de las pocas ferreterías de la ciudad.
Negocios así tienen alma y muchos años de trabajo incansable. “Aquí he dedicado mi vida. Aparte de esto, yo hice venta ambulante por mercadillos por toda la provincia de Salamanca, mientras que este negocio -explica el comerciante en referencia al establecimiento de Los Ovalle- lo llevaba mi mujer. Me conoce mucho la gente también por eso. Salir a vender levantó mucho la tienda”, reconoce.
En los inicios, “lo que comprabas, con poquito dinero porque no había, lo vendías”, y el negocio daba “para mantener a la familia, o sea, vivir”. A día de hoy las ventas son buenas, asegura José Ángel, que por el momento no ha dado con alguien dispuesto a encargarse de Josmi. Su hijo es fisioterapeuta en Valladolid y no tiene previsto continuar con el comercio. Hasta ahora sólo “gente de fuera” ha mostrado algún interés, pero sin llegar a zanjar ningún acuerdo.

Sin traspaso, sólo en coste del género
El cofundador de la ferretería no pide ninguna cantidad económica en concepto de traspaso, únicamente el coste del material, una cifra que por el momento no puede calcular, porque los compradores continúan entrando y saliendo. “Se sigue vendiendo todos los días y, si pidiera más material, no acabaría nunca”, señala.
No obstante, finalice o no el proyecto que José Ángel y Milagros edificaron siendo veinteañeros, él iniciará en pocos meses su nueva etapa. “Es un cambio para mejorar, para tener tiempo para mí”, explica, entre cliente y cliente, con su amabilidad de siempre y su característico chaleco multibolsillos.






















2 comentarios en «Josmi, una ferretería histórica de Garrido, no encuentra relevo»
Es imposible competir con Leroy, Bricomart, los chinos ,la venta por internet y pagar recibos como si no pasara nada ,al final no queda nada
Muchas gracias por su amabilidad y ayuda estos años.Un saludo