Los docentes están sufriendo agresiones en sus puestos de trabajo. Reciben insultos, escupitajos, faltas de respeto… Lo peor es que se está generalizando y no ven que las administraciones regional y nacional muevan ficha para lograr que la situación deje de darse.
“La situación en los centros educativos se va deteriorando día a día, cada vez hay más docentes que denuncian. Las agresiones a docentes están creciendo. Necesitamos reforzar la autoridad de los docentes, al igual que de los sanitarios y de todos los empleados públicos”, solicita Federico Martín, presidente de CSIF Salamanca.
En el caso de los docentes es evidente, cada vez se les carga más de burocracia y se les defiende menos desde los órganos que han de estar detrás de la labor docente. “Es decir, si la Junta de Castilla y León ve que sus docentes están siendo agredidos, la Junta tiene que tomar medidas; si el estado ve que el deterioro de la actividad docente se va produciendo en toda España, hay que intentar que se refuerce la figura del docente con figuras de autoridad”, puntualiza Martín.
La presunción de inocencia, que parece ten evidente en la vida social, cada vez se aplica menos en los empleados públicos, se confía menos en que la palabra de un funcionario público y, a priori, tiene que ser considerada cierta.
“Los funcionarios públicos tenemos una responsabilidad delante de la sociedad y cuando firmamos la plaza, estás firmando una serie de condiciones, entre otras la presunción de veracidad en lo que haces. Eso no se está trasladando al funcionamiento del día a día de las administraciones”, señala el presidente del CSIF en Salamanca.
Martín explica que se están encontrando con docentes que denuncian que han sido agredidos y los demás no los toman en serio. “Estamos llegando al punto en lo que se presupone que lo que dice el funcionario no es necesariamente cierto. Eso no puede ser. Como empleados públicos se nos debe de exigir la presunción de veracidad en todo y en esto también”, concluye Federico Martín.




















