La Policía de Salamanca no da tregua a Froilán

Agentes de la Policía Nacional y Local realizan otra redada en el after de la Cuesta de Sancti Spiritus
La policía cachea a varios clientes del aftter, este viernes.

Agentes de la Policía Local y Policía Nacional de Salamanca visitaron este viernes, de nuevo, el after hours de la Cuesta de Sancti Spiritus, el Froilán, un nombre con reminiscencias claras a la fiesta nocturna.

Una decena de coches patrulla de ambos cuerpos aparcaron por antes delas 8.30 horas del viernes en la Gran Vía y cortaron el acceso a la calle donde se encuentra el after.

Agentes de seguridad ciudadana y antidroga, junto con perros especializados en detectar estas sustancias, registraron el local y a varios clientes que estaban en su interior.

Incluso se realizaron cacheos en la calle a la vista de los transeúntes, algo que siempre resulta llamativo.

Esta es, al menos, la tercera visita de la Policía en una semana al establecimiento que cuenta con el rechazo vecinal.

Además de los registros, en busca de droga, se mira a ver si dejan consumirla en el interior y se revisa administrativamente cualquier detalle del local.

Un goteo que, aunque en cada visita se salda con denuncias menores, acaba ahuyentando a la clienta del lugar, porque cuando alguien sale de fiesta prefiere no acabar contra la pared rodeado de policías.

redada afetr hour sacnti spiritus (11)

3 comentarios en «La Policía de Salamanca no da tregua a Froilán»

  1. Lo que se va a terminar en Salamanca son las fiestas. Porque si bueno es trabajar, no menos importante es divertirse y liberar tensiones. ¿Que la poli anda «canina» sacando a los perros?
    No pasa nada porque se lo sacan a los pocos jóvenes que aún quedan en la ciudad.
    Y respondiendo a las quejas de cuatro viejos envidiosos de una época en la que ellos hacían lo mismo.
    Asi que menos berrearse y más aguante, viejetes. Que no creo que tengan que trabajar en ningun lado ya. A partir de ahora no aguanto ni una a los carcas con el «-¿Me ayuda a pasar?» «¿Puede actualizarme la libreta?»
    O aquello de «- Perdone que no le oigo. ¿Me repite? Le va a repetir su cocido en el estómago.

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