“Ni fontanera, ni cobarde. Seguiré con mi trabajo para culminar el libro, defendiendo mis ideas como ciudadana libre que ejerce sus derechos. Ni me van a intimidar ni voy a renunciar a mis convicciones”. Así se ha expresado la exconcejala del PSOE Leire Díez este miércoles ante un centenar de medios de comunicación que esperaban conocer detalles sobre sus mensajes de audio pidiendo información comprometida sobre la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
Los mensajes se hicieron públicos recientemente, lo que hizo que el PSOE le abriera un expediente informativo, que el PP la acusara de ser la “fontanera” de los socialistas y que incluso le pusiera una denuncia. Ella ha defendido su versión inicial: a través de esos audios trataba de recopilar información para elaborar un trabajo de “investigación” sobre la trama de Hidrocarburos, entre otros casos.
Díez, que ha recordado que su profesión es la de periodista, ha asegurado que los audios se enmarcan en una labor que ha realizado por su cuenta, sin vinculación con el PSOE. “Es mi trabajo, no lo he llevado a cabo en nombre de nadie ni en representación de nadie”, ha ratificado. “Soy periodista y socialista”, ha dicho, y ha añadido que ambas circunstancias son compatibles: “Se puede ser socialista y realizar un trabajo de investigación”, ha apuntado.
La comparecencia de la militante ha tenido lugar en el sótano de un hotel de Madrid y en ella también ha estado presente el empresario Víctor de Aldama, investigado por la trama de los Hidrocarburos y el caso Koldo, y que ha hecho su aparición entre el público, para asombro de todos los presentes. “¿Qué tenías tú para amenazarme? ¿Eh, fontanera? ¿Me lo explicas?”, ha recriminado a Díez, tras lograr acercarse a ella por un lateral.
La situación ha causado gran revuelo, confusión y tensión. Al momento, la periodista se ha levantado con intención de marcharse. Entonces ha aparecido también Javier Pérez Dolset, imputado en el caso Hidrocarburos y protagonista, igual que Díez, de los audios publicados la semana pasada. Se ha colocado entre Díez y Aldama, lo que ha permitido a la exconcejal refugiarse en una sala contigua.
Casi llegan a las manos
Aldama ha abandonado el lugar poco después de casi haber llegado a las manos con el defensor de Díez. “¡Esta señora se está riendo de todo el mundo! ¡Se cree que puede reírse de la Guardia Civil y en cuanto me ha visto ha huido!”, ha protestado.
También ha interpelado a los periodistas: “¿No habéis escuchado los audios? Está mintiendo y se está riendo de todos. Esta señora ha venido aquí y es una sinvergüenza. ¿Un trabajo periodístico? ¿Ustedes como periodistas amenazan a un teniente coronel? ¿O a un civil como a mí?”, ha dicho antes de irse.
Por su parte, Díez, que ha pedido la baja voluntaria como afiliada del PSOE, según confirma el propio partido en una nota, tenía previsto mostrar pruebas que refutaran su investigación, pero la presencia de Aldama y el revuelo causado hizo que la exmilitante optara por retirarse.
El PSOE acusa al PP de “guerra sucia”
Ante estos hechos, el Gobierno insiste en desmarcarse de la ya exmilitante. Vuelven a decir que Díez no “representa” al PSOE y acusan al PP de estar tras una “campaña de guerra sucia” contra del Ejecutivo, que dio comienzo con la Kitchen (el supuesto operativo parapolicial puesto en marcha durante el Gobierno de Mariano Rajoy).
La filtración de los audios y lo que ha desencadenado “se ha convertido en un show televisivo” idóneo para “desviar la atención de los temas importantes de este país”, advierte la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant.
Asimismo, el Gobierno denuncia una “estrategia premeditada por parte de la derecha de montar un ruido ensordecedor” para ocultar que “España es un país que bate récords de empleo”, ha asegurado el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López.
