Ecologistas en Acción concede sus premios ‘Atila’ y ‘Caballo de Atila’ en Salamanca

Como cada año, Ecologistas en Acción Salamanca concede los premios Atila y Caballo de Atila a aquellas personas, empresas o proyectos que más han destacado por su contribución a la degradación ambiental. En esta edición, el jurado ha decidido reconocer a la minería a cielo abierto como “una de las mayores amenazas para la biodiversidad y el territorio salmantino”.

Los premios Atila y Caballo de Atila son una distinción irónica de esta organización para señalar a los mayores responsables de la destrucción ambiental. “Estos galardones toman su nombre de Atila el Huno, cuyo paso arrasaba territorios enteros, y de su caballo, que allanaba el camino para la devastación”, explican desde la agrupación.

El Premio Atila reconoce al “máximo responsable de daños ambientales”, aquel cuyo impacto es “directo, grave e irreversible”. Por otra parte, el Premio Caballo de Atila señala a” proyectos o entidades que, sin ser los principales ejecutores, facilitan la destrucción o representan una amenaza latente para el patrimonio natural”.

Así, el Premio Atila 2025 ha sido concedido al Grupo Cosentino y la mina Margarita (Chagarcía) un proyecto que ha causado, según denuncia el grupo ecologista:

• Destrucción total del tapiz vegetal y pérdida de hábitats naturales.
• Contaminación de acuíferos y ríos por vertidos tóxicos.
• Pérdida de biodiversidad y eliminación de especies autóctonas.
• Erosión hídrica acelerada y alteración del paisaje.
• Afección a la economía rural, lo que ha perjudicado los empleos tradicionales y modos de vida sostenibles.

Asimismo, el Premio Caballo de Atila 2024 ha sido para el proyecto La Concha, promovido por la empresa Silicalia, “que pretende explotar otro yacimiento de cuarzo en un enclave de alto valor ecológico y cultural: entre el Castro Vetón de Yecla la Vieja, el pueblo de Yecla de Yeltes y la Zona Red Natura 2000, (Zepa y LIC Riberas de los Ríos Huebra y Yeltes)”.

Aunque aún no ha comenzado su actividad, el proyecto representa “un peligro inminente para uno de los últimos refugios de biodiversidad salmantina”. Por ello, Ecologistas en Acción considera que la forma ha actuado “como el caballo que abre la puerta a la destrucción”.

Ecologistas en Acción denuncia que “estas minas no son de interés general, sino que benefician únicamente a grandes corporaciones, mientras dejan un legado de destrucción en el medio rural”. Por ello, exigen a las administraciones que protejan el territorio y prioricen “modelos económicos sostenibles frente a la explotación indiscriminada de recursos”.