El cantante y compositor salmantino Kike M nació en Salamanca y se crio en plena Sierra de Francia, rodeado de animales multicolor salpicando los bordados tradicionales dentro y fuera de las casas. Se formó en música en la capital desde muy pequeño y, con su obra ya más allá de las fronteras charras, incluso con un huequito en el panorama nacional, supo cómo fusionar ese universo de hilos ancestrales con sus canciones a través de un disco, ‘Cantares de Arcilla’.
Para aprenderlo, cantarlo y bailarlo, el lugar idóneo será la Casa Lis, donde el artista promete un concierto participativo de “folk, rock y canción de autor” y “una noche con mucha energía”. Su actuación el el ciclo ‘Las Noches de Lis’ está programada para este sábado, 5 de julio, a las 22:00 horas, aunque el público puede acudir a partir de las 21.30 horas.
¿La música es el amor de su vida?
Es el amor de mi vida y es el centro de mi vida. Es mi pasión y trabajo. Tengo esa suerte.
¿Cuándo supo que la cosa iba en serio?
Me apuntaron de muy pequeñito a clases de música, y en la adolescencia, cuando monté mi primer grupo, tuve claro que quería poner la música en el centro.
¿Cómo fue la primera vez en el escenario con ese grupo?
Recuerdo muchísima ilusión al formar parte por primera vez de un cartel. Tocamos en el Farinato Rock, en una de las primeras ediciones, cuando aún se hacía por el campus. Éramos muy pequeños y con los medios justos, pero lo atesoro con mucho cariño.
Su formación ha sido en Salamanca, aunque ahora viva en Madrid.
Sí, me he formado en la escuela de música Sirinx y después pasé al Conservatorio a hacer guitarra clásica.
Fusiona pop, rock, folk… ¿Cómo ha introducido en todo esto el bordado tradicional de la Sierra de Francia?
Para el nuevo disco que estoy presentando este año, ‘Cantares de Arcilla, tuve la oportunidad de estar un mes en mi pueblo, San Martín del Castañar, y ordenar las canciones, definir el concepto… Allí terminé algunos de los temas y fue donde surgió la idea de conectar el bordado serrano con mis canciones, a través de diez figuras de arcilla que hice, una por cada tema, que a su vez hacían referencia a un animal típico de esta artesanía, que llevo viendo desde pequeño.
Salamanca ha premiado su trabajo varias veces.
Sí, me he presentado en varias ocasiones al Certamen de Jóvenes Creadores y, la primera vez, con mi anterior grupo, tuvimos la oportunidad de ir a Macedonia. ¡Un país diferente! ¡Y nosotros tan jóvenes! Se agradece que existan este tipo de certámenes porque impulsan mucho cualquier carrera. A mí me ha servido como aprendizaje. Que haya una apuesta institucional por la música en Salamanca y Castilla y León siempre es una buena noticia.
Ha tenido varias nominaciones en Castilla y León, así como por parte de la Academia de la Música de España por ‘Cantares de Arcilla’ y por la canción ‘La cara de la muerte’. ¿Han dado visibilidad a su trabajo?
Por supuesto. También me han permitido compartir experiencias con los demás nominados y hacer un poco de red de contactos.
La revista Heavy también se ha fijado en su talento y le ha premiado como artista revelación.
Sí, con el primer disco. Es una revista que lleva apostando por el rock de este país desde hace muchísimo tiempo, así que para mí es todo un orgullo. Además, es de los pocos medios que están al pie del cañón con cada lanzamiento, cada concierto… Se lo agradezco mucho a Mariscal Rock y a todo su equipo.
Seguramente es referente para muchos jóvenes que empiezan en el sector. ¿Cómo le hace sentir?
Ojalá. Yo también he tenido referentes y esto es una cadena que uno va siguiendo. Sería un orgullo serlo. Si es así, me gustaría alentarles a que den pasos porque es un mundo precioso.
¿Algún consejo para quienes comienzan?
El consejo que me doy a mí mismo: ser constante y seguir adelante, no rendirse, porque es un camino duro y no siempre agradecido, pero tiene toda su parte bonita.
¿Le resulta fácil delimitar su estilo?
Siempre es complicado lo de las etiquetas. Prefiero que el público opine cuando escuche lo que hago. Pero sé que es una manera de definir cada propuesta y de que la gente entienda un proyecto nuevo para sus orejas.
¿Alguna pista en este sentido?
Yo hago canción de autor porque mis canciones nacen de la guitarra y la voz, con mucha influencia del rock nacional y alguna pincelada y sonoridad del mundo del folclore, un universo que me atrae en los últimos años. Es decir, una mezcla entre folk, rock y canción de autor.

¿Con qué nos va a sorprender en ‘Las Noches de Lis’?
Vamos a ir en formato de trío, con violín, percusión, guitarra y coros. Haremos un repaso por los últimos dos discos, sobre todo por ‘Cantares de Arcilla’. Vamos a hacer un concierto participativo, así que queremos que la gente venga dispuesta a cantar e incluso a bailar. Vamos con muchas ganas porque creemos que va a ser una noche con mucha energía.
Un sueño por cumplir.
¡Guau! [Pausa para pensar]. La verdad es que este año se están cumpliendo algunos de los sueños que había tenido, como tocar en en Sonorama, un festival tan grande, o estar nominado a los premios de la Academia de la Música. También me parece una pasada compartir cartel con Bambikina en la Casa Lis, porque soy fan de ella desde hace muchísimo. Y si tengo que elegir uno por cumplir, sería colaborar con grandes artistas que tengo como referentes, como Carlos Tarque o Fito.
¿Qué nuevo proyecto está moldeando?
Ahora estamos haciendo lanzamientos con colaboraciones. También tenemos pendiente sacar una serie de canciones en directo que fueron grabadas en el Caem, con la Orquesta Sinfónica Ciudad de Salamanca, en la presentación del último disco. Estamos en proceso de mezclar todo ese material para lanzarlo después del verano.






















