El exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, ha anunciado este martes el cierre de su conocida Taberna Garibaldi en el barrio de Lavapiés, en Madrid. Lejos de ser un adiós definitivo, el movimiento da paso a un proyecto más ambicioso: la apertura de un local «más grande y con más posibilidades», financiado a través de una campaña de micromecenazgo.
A través de un vídeo en redes sociales, Iglesias ha explicado que busca un espacio con mayor capacidad para celebrar «actos más grandes, teatro, presentaciones de libros y conciertos», manteniendo su esencia como un «espacio antifascista donde hacer política».
El nuevo proyecto se sustenta en una campaña de financiación colectiva que el propio Iglesias lanzó hace tres meses. En sus primeras 48 horas, ya había recaudado 30.000 euros de unos 700 donantes.
La Taberna Garibaldi original, inaugurada en marzo de 2024, se concibió como un bar y centro cultural. Se hizo famosa por su carta, con guiños a la izquierda como el «salmorejo partisano» o una sección vegana llamada «No me llame Ternera».
Su popularidad le valió una multa de 4.500 euros del Ayuntamiento de Madrid por exceso de aforo el pasado abril, un hecho que reforzaba la necesidad de un espacio mayor.
