Después de los problemas en el Ave durante el fin de semana, este miércoles el caos se adueñó del aeropuerto de Barajas. De nuevo la fatalidad o la casualidad han querido que no tengamos otra operación salida sin problemas en el transporte público.
El control de pasaportes de la T4 Satélite del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ha colapsado este miércoles, provocando colas de varias horas y que cientos de viajeros perdieran sus vuelos en el arranque de las vacaciones de julio.
El origen del problema, según fuentes policiales, ha sido un «fallo informático puntual» en las aplicaciones que utiliza la Policía Nacional para el control fronterizo. Desde Aena han añadido que el incidente coincidió con una «acumulación de vuelos» y con la alta afluencia de la operación salida, lo que agravó la situación. El gestor aeroportuario ha asegurado que colaboró con la policía para «controlar el flujo de personas y evitar» un colapso mayor.
Sin embargo, las imágenes difundidas por los afectados en redes sociales mostraban una situación crítica, con cientos de turistas atrapados en largas filas.
La Mesa del Turismo ha reaccionado con dureza, calificando el episodio de «absolutamente inadmisible». En un comunicado, su presidente, Juan Molas, ha señalado directamente al Ministerio del Interior, asegurando que no se trata de un hecho aislado. «No es un fallo puntual ni una circunstancia imprevisible, sino una negligencia reiterada», afirmó.
Según esta organización, el problema de fondo es la insuficiente dotación de agentes, que obliga a mantener cerrados puestos de control incluso cuando están instalados. Esta carencia, denuncian, genera «situaciones de nerviosismo, altercados y pérdidas masivas de vuelos». La entidad asegura que la tensión acumulada entre los viajeros requirió incluso la intervención de la Guardia Civil.
