Una nueva variante de la covid, apodada Stratus, se ha convertido en la cepa dominante en Inglaterra tras cuadruplicar su presencia en menos de un mes. Según datos de la Agencia de Seguridad Sanitaria británica (UKHSA), a mediados de junio ya representaba casi el 40% de todos los casos, frente al 10% registrado en mayo.
Conocida en el ámbito científico como XFG, esta variante desciende de Ómicron y ha sido calificada como «recombinante». Este término significa que ha surgido de la fusión de dos variantes distintas dentro de una misma persona infectada, dando lugar a una nueva mutación híbrida.
Este carácter mixto es precisamente lo que le confiere una alta capacidad de contagio, ya que le permite evadir con más facilidad las defensas del sistema inmunitario.
Ante esta situación, los expertos advierten de que la población es ahora más vulnerable. «La inmunidad está disminuyendo por la menor aceptación de las dosis de refuerzo y la reducción de infecciones en los últimos meses», explica el virólogo Lawrence Young, de la Universidad de Warwick. «Esto podría conducir a una nueva ola, aunque es difícil predecir su alcance».
No obstante, tanto los especialistas como la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzan un mensaje de calma: por el momento, no existen pruebas de que Stratus provoque una enfermedad más grave que las variantes anteriores.
La OMS ha calificado el riesgo global de esta cepa como «bajo», si bien reconoce que tiene una «ventaja de crecimiento significativa» frente a otras. A nivel mundial, la variante Stratus ya supone el 22% de los casos registrados.
