La Comisión Europea ha aprobado este lunes el quinto pago de los fondos de recuperación para España, pero ha aplicado una penalización por dos objetivos clave que no se han cumplido. Como resultado, nuestro país dejará de percibir, por ahora, 1.126 millones de euros del total solicitado por el Gobierno el pasado diciembre.
El recorte se debe a dos motivos principales:
- La compensación a los interinos (626 millones de euros). El mayor incumplimiento se refiere a la reforma para atajar el abuso de la temporalidad en el sector público. Aunque España aprobó una ley, una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE determinó que las medidas eran insuficientes para compensar adecuadamente a los trabajadores públicos temporales. Esta decisión judicial obligó a Bruselas a congelar los fondos vinculados a este compromiso. Según ha comunicado la Comisión, este pago queda «suspendido» y podría desbloquearse en el futuro si España corrige la situación.
- La subida del impuesto al diésel (casi 500 millones de euros). El segundo recorte se debe a un compromiso fiscal que nunca se llevó a cabo: la subida del impuesto al diésel para equipararlo con el de la gasolina. El Gobierno no logró reunir los apoyos parlamentarios necesarios para aprobar la medida, por lo que el objetivo pactado con Europa quedó sin efecto.
Tras esta penalización, el desembolso final que recibirá España en este quinto tramo asciende a 24.137 millones de euros, de los cuales 8.000 millones son subvenciones directas y el resto, préstamos.




















