Tras un fin de semana dedicado a cerrar filas en torno a Pedro Sánchez, la nueva Ejecutiva del PSOE ha iniciado la semana con una estrategia clara de pasar a la ofensiva contra el Partido Popular para contrarrestar el impacto de los casos de corrupción que salpican al partido.
En su primera comparecencia, la nueva portavoz socialista, Montserrat Mínguez, ha acusado a Alberto Núñez Feijóo de dar un «volantazo a la ultraderecha» y ha defendido la respuesta «contundente e inmediata» de su partido frente a la corrupción.
Un ataque directo al PP y sus líderes históricos
El núcleo del mensaje de Mínguez fue presentar al PSOE y al PP como «dos maneras de entender la política». Acusó a Feijóo de «abrir la puerta a gobernar con la ultraderecha» y calificó la nueva ponencia ideológica de los populares como una «política de involución» por, según dijo, rechazar la agenda verde y estigmatizar la migración.
La portavoz también dedicó duras críticas a los expresidentes del PP, recordando los exministros imputados de José María Aznar y los escándalos como la trama Gürtel o el caso Kitchen bajo el mandato de Mariano Rajoy. «Se ha hecho un fin de semana de insultos al presidente, diciendo cosas tan graves como que debería estar en la cárcel. Y nos dan lecciones», criticó Mínguez en alusión a unas palabras de Aznar.
Defensa ante la corrupción y la mirada puesta en el Congreso
Mientras atacaba a la oposición, la dirección socialista defendía su propia gestión de las crisis internas, como las que afectan al exministro Ábalos y al exdirigente Santos Cerdán. El ministro Félix Bolaños admitió entender «la tristeza y el desencanto» que generan estos casos, pero insistió en que se trata de «unas pocas personas» que han manchado la imagen del Gobierno y no la «seña de identidad» del partido.
Para superar esta sombra, los socialistas han puesto el foco en este miércoles, cuando Pedro Sánchez presentará en el Congreso un «potente» paquete de medidas para prevenir y erradicar la corrupción. Con esta iniciativa, buscan demostrar que actúan con contundencia, a diferencia, según Bolaños, de gobiernos anteriores «que ni colaboraban con la Justicia, ni apartaban a las personas involucradas en asuntos turbios».
Respecto a la estabilidad parlamentaria, los socialistas han evitado confirmar si se plantean una cuestión de confianza y emplazan a escuchar las propuestas del presidente. Bolaños negó que exista una «falta de confianza parlamentaria», argumentando que, a pesar de los «abochornantes» informes de la UCO, el Gobierno ha seguido ganando las votaciones clave en el Congreso.
