El Crucero de San Cebrián recobra su esplendor tras años de abandono, musgo, hostigo del tiempo, viento y olvido… Vuelve desde el cementerio de San Carlos Borromeo a velar por vivos y muertos. Durante siglos, este que hoy luce dorado, estuvo en la cripta de la antigua parroquia de San Cebrián, donde está la Cueva de Salamanca, envuelta siempre en leyenda que sirvió de musa para Cervantes, Lope de Vega, Ruiz de Alarcón, Eugenio Hartzenbusch, entre otros.
Ahora, visitantes de difuntos, paseantes del cementerio, amantes del arte o curiosos sin más pueden ver desde este martes la restauración del original del crucero de San Cebrián ubicado en el cementerio municipal San Carlos Borromeo. Los trabajos se han podido acometer gracias a la colaboración del Ayuntamiento y la Diócesis de Salamanca, propietaria de la obra, y con la financiación de la empresa concesionaria del camposanto, Parque Cementerio. Carmen Diego y Carmina Fernández han sido las encargadas de realizar la rehabilitación, que ha contado con una inversión de 16.032 euros.
El crucero de San Cebrián es del siglo XVI, permaneció hasta el siglo XVIII en la plaza de Carvajal para recordar la presencia de la desaparecida iglesia de San Cebrián, de la que únicamente se conserva la cripta conocida como la Cueva de Salamanca. Posteriormente, fue trasladado al cementerio para acentuar su carácter sagrado. “La exposición constante a las inclemencias meteorológicas había provocado un avanzado deterioro del crucero, por lo que siempre se ha descartado el traslado a su emplazamiento original. Por este motivo, el Ayuntamiento optó por colocar en la plaza de Carvajal una réplica en bronce y granito realizada por el artista Óscar Alvariño que presentamos en febrero”, señaló García Carbayo.
De forma paralela, y de la mano de la Diócesis y de Parque Cementerio, se empezó a trabajar en la restauración del crucero original que ha concluido tras un mes de trabajo. El regidor municipal ha señalado que la rehabilitación se ha acometido “con un respeto escrupuloso a la obra y a su valor material e inmaterial”.

Durante la restauración se ha hecho una limpieza de toda la pieza. Se han consolidado los materiales usando para ello silicato de etilo. Se han paliado, en la medida que ha sido posible, las pérdidas de volumen y se han cerrado las grietas donde penetraba el agua. Asimismo, se ha tallado un nuevo remate del travesaño horizontal de la cruz en piedra de Villamayor. No se ha reconstruido la parte de la pierna derecha y el pie para no caer en un falso histórico y se ha procedido a una reintegración cromática y a aplicar un tratamiento de protección con productos compatibles con la piedra.
García Carbayo ha concluido asegurando que se trata de un trabajo “formidable y necesario” para que los salmantinos y visitantes puedan admirar uno de los pocos cruceros que se conservan de los muchos que tuvo Salamanca y que recuerda a aquella desaparecida iglesia de San Cebrián.
Proyecto de señalización y visitas guiadas en el cementerio
Por otra parte, el alcalde de Salamanca ha aprovechado la visita al cementerio municipal San Carlos Borromeo para anunciar que se está ultimando un proyecto de señalización y audioguías que se completará con un programa de visitas guiadas que harán un recorrido tanto por las tumbas de personajes ilustres, los panteones con valor artístico y las principales zonas de interés del camposanto, como el propio crucero de San Cebrián.



















