La superestrella, en Galicia para iniciar su gira europea, eligió el local más informal del chef Xosé Torres Cannas para probar desde empanadillas a un ‘fish and chips’ local, dejando una cuenta que combinaba tapas de cinco euros con platos más elaborados.
En la víspera de arrancar su gira europea en Pontevedra con todas las entradas vendidas, Jennifer Lopez decidió cambiar por una noche el lujo de su retiro en el balneario de La Toja por la autenticidad de una taberna gallega. La estrella estadounidense sorprendió este lunes a los comensales de La Ultramar, en Pontevedra, el local más informal del reconocido chef Xosé Torres Cannas, galardonado con dos Estrellas Michelin por su restaurante principal, Pepe Vieira.
La llegada fue digna de una estrella de Hollywood. Según relataron los presentes a La Voz de Galicia, todo comenzó cuando un miembro de su equipo de seguridad se presentó en el local sobre las diez y media de la noche para reservar una mesa, anunciando que «venía ahora con Jenni». Nadie imaginó que esa «Jenni» era, en realidad, la mismísima Jennifer Lopez.
La Ultramar se define como «ante todo una taberna», un espacio de estética desenfadada donde prima el producto local y conviven en la carta desde un bocadillo de calamares hasta un sofisticado steak tartar. Aunque no tiene estrella propia, la Guía Michelin lo recomienda como la propuesta «más canalla, casual y económica» del chef, destacando su divertida fusión de cocina gallega con sabores del mundo.
¿Y qué pide una estrella mundial en una taberna de Pontevedra? Según ha trascendido, JLo se decantó por un menú variado que incluía empanadillas crujientes de ternera gallega (a 5,50 euros la unidad), gyozas de pollo y cerdo, costillas de cerdo y el popular ‘fish and chips’ de la casa, elaborado con merluza frita, patatas y pimientos de Padrón. Para beber, eligió dos cócteles de vodka y manzana llamados ‘Green and fresh’.
Tras la cena, la cantante de éxitos como On the floor no dudó en felicitar personalmente al equipo de cocina por el servicio, poniendo el broche de oro a una visita inesperada que ha situado a esta taberna gallega en el foco mediático internacional.
