El último Barómetro del CIS revela una doble cara del sistema: el 80% de quienes lo han usado recientemente le da una valoración positiva, pero casi la mitad de la población cree que necesita cambios profundos. Las listas de espera y el acceso a primaria, principales puntos débiles.
La percepción de la sanidad pública en España muestra una notable contradicción: mientras que el 45,1% de los españoles considera que el sistema necesita «cambios importantes o profundos», la satisfacción se dispara entre quienes han hecho uso de él recientemente. Según el último Barómetro Sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ocho de cada diez personas que han acudido a un centro de salud o a un hospital en el último año le dan una valoración positiva.
Este contraste, según interpreta el Ministerio de Sanidad, sugiere que «la experiencia directa con el sistema contribuye a consolidar una visión más favorable y realista». Los usuarios que han sido atendidos valoran especialmente la «profesionalidad, seguridad y confianza» que transmiten los sanitarios. La percepción general, más crítica, parece estar más influida por problemas persistentes como las dificultades de acceso o las listas de espera.
La atención primaria, el gran cuello de botella
El principal punto débil del sistema, según revela la encuesta, es el acceso a la atención primaria. Uno de cada cuatro ciudadanos (24%) declara haber tenido problemas para conseguir una cita con su médico de familia. Las consecuencias de esta barrera son significativas: más de la mitad de quienes no lograron una cita a tiempo acabaron acudiendo a urgencias, y un 30% directamente renunció a ella porque, para cuando llegó el día, su problema de salud ya se había resuelto o había buscado otra solución.
El barómetro, elaborado a partir de más de 2.400 entrevistas, también destapa brechas económicas: un 4,6% de los encuestados tuvo que dejar de tomar algún medicamento prescrito por no poder pagarlo.
Largas esperas para las pruebas clave
Por primera vez, la encuesta ha preguntado por los tiempos de espera para pruebas diagnósticas. Los resultados muestran grandes diferencias: mientras que para una ecografía o un TAC la mayoría de los pacientes (un 55%) espera menos de un mes, la situación empeora en otras pruebas.
La colonoscopia es la que acumula mayores retrasos, con una espera media de 113 días. En el caso de las resonancias magnéticas, el tiempo medio es de 37 días.
En cuanto a la valoración por servicios, las urgencias del 061 y el 112 son las mejor puntuadas por los ciudadanos con un 7,34 sobre 10, seguidas de cerca por la atención a pacientes ingresados en hospitales (7,10).






















2 comentarios en «Uno de cada cuatro españoles no logra ver a su médico de familia con facilidad»
Centro de Salud la Alamedilla 17 días para una consulta de médico de familia
Para que te revisen la medicación por ansiedad tienes que ir a urgencias, el medico de salud metal tarda una media de 6 meses en atenderte, el psicólogo una vez al mes, si tienes una recaída a urgencias. Porque el médico de cabecera va a tardar mínimo una semana y el psiquiatra o el psicólogo ni se sabe. Si se van de vacaciones no hay sustituto entonces empeora la lista de espera porque los pacientes se suman a la lista de otro médico y te tiene que atender en 5 minutos. Todo este proceso aumenta la ansiedad porque se sienten abandonados y los cuidadores desesperados.