Continúan Las Noches de Fonseca y asistimos a la representación de Numancia, la tragedia de Miguel de Cervantes escrita a finales del siglo XVI. La propuesta ofrecía una lectura respetuosa del texto original, incorporando algunos elementos para hacerla más cercana al público actual.
La obra recrea el asedio de la ciudad celtíbera de Numancia por parte del ejército romano, liderado por Escipión Emiliano. Cervantes transforma este episodio histórico en una reflexión sobre la resistencia, la dignidad y el valor colectivo. La inclusión de figuras alegóricas como la Guerra y la personificación de España añade una dimensión simbólica que enriquece el texto.
La escenografía, sencilla pero eficaz, se reduce a una muralla y algunas estructuras móviles que permitían transformar el espacio. Aunque los recursos eran mínimos, la combinación con la iluminación y la música logró crear la atmósfera adecuada. Además, la integración del claustro del patio amplió el espacio escénico, ofreciendo una experiencia más envolvente para el espectador.
El vestuario mezclaba elementos clásicos con prendas modernas, como esmóquines, reservados principalmente a las figuras alegóricas. Aunque esta fusión podía parecer algo disonante, aportaba un aire actual al montaje y ayudaba a diferenciar las distintas voces en escena.
El elenco, de carácter coral, transmitió de forma convincente el mensaje de unidad del pueblo numantino. Aunque hubo gran equilibrio entre los actores, destacó la interpretación de Javier Lara en el papel de Escipión. También fue notable el protagonismo de los personajes femeninos, integrados activamente en el desarrollo del conflicto.
En conjunto, esta versión de la tragedia me pareció muy acertada. Aunque se mantuvo fiel a la obra de Cervantes, la incorporación de elementos actuales le dio un aire renovado. No cabe duda de que el texto original es obra de uno de los grandes escritores de la Literatura, pero el montaje y el trabajo del elenco estuvieron a la altura.
Por. Elena Vecilla.
Programa del 2025
El teatro regresará al Patio del Colegio Fonseca el jueves 17 de julio con la adaptación de Macbeth, de William Shakespeare, a cargo de la compañía de Teatro Clásico de Sevilla. El salmantino Alfonso Zurro adapta y dirige artísticamente esta obra basada en cómo unas brujas vaticinan que Macbeth será rey y después se desvanecen en el aire.
El jueves 24 de julio será el turno de la compañía de la Fundación Antonio Gades que pondrá sobre el escenario el espectáculo de ballet Carmen, la primera obra escénica fruto de la mítica colaboración de Antonio Gades y Carlos Saura.
El miércoles 30 de julio llegará Medea, un espectáculo coproducido con el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y la Fundación Juan March, y dirigido por Marta Eguilior. La obra, protagonizada por Carmen Conesa, relata el mito clásico de Medea, una madre que asesina a sus hijos para vengarse del adulterio que comete su esposo Jasón con Creúsa.
El programa Las Noches del Fonseca se completa con Poderes extraños, una exposición coproducida con el Festival Internacional de las Artes de Castilla y León (Fácyl) y Medina Film Festival. Se trata de una retrospectiva del fallecido Juanma Carrillo, considerado uno de los mayores referentes de la historia del videoclip en nuestro país. La muestra, que se podrá visitar hasta el 7 de septiembre, reúne la totalidad de sus videoclips musicales y sus series postfotográficas en las que experimenta con inteligencia artificial generativa. En este caso, se realizarán visitas nocturnas a partir del 2 de julio todos los miércoles.
Todas las actuaciones se llevarán a cabo en el Patio del Colegio Arzobispo Fonseca a las 22:30 horas y las entradas se pueden adquirir ya a un precio de 20 euros en sac.usal.es, Mercatus (C/Benedicto XVI, s/n) o en las taquillas del Colegio Fonseca una hora antes de la actuación, excepto si se han agotado en venta anticipada.





















