Va a hacer 28 años que murió Lady Di -31 de agosto de 1997-. Durante toda su vida, imploró que respetaran la vida de sus hijos. Lady Di utilizó a la prensa y le gustaban las fotografías. Solo tenía como límite a sus hijos a los que no quería exponer. En su último verano, las vacaciones con sus hijos fueron respetadas. El acoso se intensificó después, en agosto cuando disfrutaba de un veraneo de lujo con Dodi Al Fayed. Las fotos de la ex del heredero al trono inglés y del hijo de un empresario egipcio -por muy rico que fuera- cada día que pasaban cotizaban más, como las acciones de Inditex.
La muerte de la princesa Diana marcó un antes y un después de la persecuciones agresivas, pero de eso han pasado 28 años y como decía Neruda Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos, los paparazzis de finales de los noventa ya no están.
Y quizá las persecuciones agresivas, están volviendo a protagonizar momentos temerarios entre los famosos, porque lo que no ha cambiado es que no se han dejado de dar exclusivas, y continuarán las persecuciones mientras haya noticias jugosas.
Mar Flores fue coetánea en acaparar portadas con Lady Di -salvando las distancias, la madre de Guillermo y Henry fue la mujer más fotografía de la historia de la prensa- Pero sí, la de Usera tuvo sus momentos estelares. Tanto es así, que aún hoy 30 años después continúan valorándose -en euros- sus fotografías en bikini y de vacaciones.
La que ganara el concurso Rostro de los 90, se ha puesto firme y ha publicado un recordatorio en sus redes sociales. Está en las islas Pitiusas pasando sus vacaciones estivales y desde hace varios días ha notado que la persiguen los paparazzi. «En especial uno con el que ya tuve un conflicto el año pasado por saltarse semáforos y cedas para intentar conseguir una foto», denuncia Mar Flores.
La modelo entiende perfectamente el trabajo de los fotógrafos, al igual que Lady Di ha vivido de ellos, tanto a nivel profesional -portadas y editoriales de revista de moda- como personal, quizá por ello les pide, que por favor tengan en cuanta a sus hijos «son menores y que, si llegáis a captar imágenes donde aparezcan, pixeléis sus caras», ruega en el comunicado.
El mensaje lo escribe con el fin de «proteger tanto a mis hijos como a mi nieto y a los menores que nos están acompañando durante estas vacaciones», señala.
Por último, ruega que extremen las precauciones. «No pongáis en riesgo la seguridad de nadie, ni la vuestra ni la nuestra. No merece la pena exponernos a un susto o a un accidente por una foto», concluye.
Gracias por vuestra comprensión.
