La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a un individuo a tres años de prisión y a cinco de libertad vigilada por agredir sexualmente a su expareja, a la que convenció para que le abriera la puerta de su casa diciéndole que alguien le perseguía.
El procesado, que tiene antecedentes penales no computables, sobre las 05:30 horas del día 9 de abril de 2024, acudió al domicilio de quien había sido su pareja, y le pidió que le dejara entrar porque alguien le perseguía.
Ella accedió a que pasara y cuando ambos estaban en el salón, él intentó besarla a lo que ella se negó. A continuación, los dos se fueron al dormitorio, advirtiéndole la mujer de que se podía quedarse a dormir, pero que no iba a tener ninguna relación con él.
A los pocos minutos, cuando ambos se encontraban acostados en la cama, el ahora condenado, «con ánimo libidinoso, se subió encima de ella y llegó a penetrarla vaginalmente a pesar de que Eulalia le decía en todo momento que no quería», relata la sentencia. Finalmente, el procesado eyaculó encima del pecho y del hombro de ella, le dijo “no te enfades” y se marchó de allí.
El 11 de abril de 2024 se dictó auto por el órgano instructor por el que se impuso al acusado prisión provisional eludible con fianza, fianza que aportó el procesado al día siguiente, fecha en que se le puso en libertad adoptándose en el mismo auto como medida cautelar la prohibición de aproximarse a menos de 50 metros de la víctima, y de comunicarse por cualquier medio con ella, medida vigente durante la tramitación del procedimiento.
El procesado ha abonado a la mujer 8.000 euros en concepto de indemnización por daños morales.



















