Varios establecimientos de hostelería de la zona de la avenida Saavedra y Fajardo se están viendo perjudicados por las obras de demolición del viaducto, iniciadas recientemente en le marco del proyecto de electrificación ferroviaria.
“La ejecución de estas obras, necesarias desde el punto de vista técnico, se está realizando sin planificación urbana sensible, sin medidas de apoyo para los negocios colindantes, y sin diálogo real con el tejido empresarial afectado. La consecuencia ya está aquí: cierres, despidos y ruina económica”, denuncia Fernando Castillo, presidente de la asociación de Hostelería Charra, quién traslada su preocupación y malestar ante la dramática situación que atraviesan varios negocios hosteleros como consecuencia directa de las obras.
Afectados
- Casa Lucí Grill
Un proyecto hostelero joven e innovador, ubicado en el antiguo Mesón El Albero, al que sus propietarios devolvieron la vida tras una inversión de más de 100.000 euros en reformas completas. El negocio había alcanzado la rentabilidad en solo ocho meses, con beneficios netos en mayo y una previsión muy positiva para el verano.
Sin embargo, desde el inicio de las obras en junio, la clientela desapareció casi por completo. Los propietarios intentaron aguantar, pero a principios de julio despidieron a todo el personal y cerraron, para no acumular pérdidas insostenibles de más de 10.000 € mensuales.»Apostamos por un histórico restaurante, pero las circunstancias mandan. Es una lástima, pero hay que aceptar los hechos y esperar que terminen las obras lo antes posible», señalan sus responsables.
- Mesón La Parada
Un negocio fundado en 1995 por Tristán y Dioni, que con esfuerzo y tradición convirtieron su receta de pollo asado en una parada obligada para miles de salmantinos y viajeros. Actualmente, lo regentan sus hijos Christian y Saray, la segunda generación familiar.
Las obras han eliminado el flujo esencial de clientes que utilizaba la antigua carretera de Béjar. Además de los salmantinos que paraban antes de salir de fin de semana al pueblo a recoger su ración de siempre o a los clientes habituales de barrio, ahora desconectado por cortes y desvíos. «Nos mantenemos a duras penas. Damos de comer a cuatro familias. La clientela ha caído más de un 60%. Si esto sigue así, este invierno no resistiremos y cerraremos temporalmente», lamenta la familia.
- Hotel-Bar Nuevo Lorenzo
Un negocio joven, pero consolidado, que daba empleo estable a ocho familias: cocineros, camareros, personal de limpieza y sus propios dueños. Había sido ampliado recientemente con la entrada de un nuevo socio. Desde el inicio de las obras su facturación ha caído un 70%. No pueden cubrir costes, no hay viabilidad durante los ocho meses previstos de duración de las obras. «No sobreviviremos si no se actúa. La situación es ya insostenible», denuncian con claridad.
Planificación e información en las obras
El presidente de la asociación Hostelería Charro no cuestiona la necesidad de obras públicas, pero sí la forma en que se ejecutan sin diálogo ni consideración hacia quienes generan empleo, dinamizan barrios y forman parte del alma de la ciudad.
“Los negocios afectados no han recibido ni ayudas específicas, ni exenciones temporales, ni promoción alternativa, ni tan siquiera contacto previo para escuchar sus necesidades o anticipar soluciones. Solo desvíos, vallas, cortes y silencio”, puntualiza Fernando Castillo, presidente de Hostelería Charra.
Mientras tanto, las familias afectadas pagan de su bolsillo una planificación sin empatía. Por este motivo, desde la asociación de Hostelería Charra, hacen un llamamiento directo al Ayuntamiento de Salamanca para que actúe. “Ayuden y escuchen, porque aún se está a tiempo de frenar más cierres, más despidos y más ruina. No puede haber infraestructuras a costa de destruir el tejido empresarial local», apunta Castillo.
Lo que solicitan desde la Asociación Hostelería Charra es una reunión urgente con los responsables del proyecto y con el Ayuntamiento. Un estudio inmediato de ayudas o bonificaciones compensatorias. Unas campañas de promoción específicas para la zona afectada y apoyo institucional para evitar más cierres durante los próximos meses.
“Una vez más, denunciamos la desigualdad en el trato que recibe la hostelería. Mientras unos cuentan con facilidades y ayudas para mantener sus terrazas o adaptarse, otros ven cómo se les margina y abandona. Ya lo vimos con el cierre reciente de La Taberna, El Laso y La Latina en el casco histórico. Ahora es en Saavedra y Fajardo. ¿Cuántos más deben caer para que se actúe?”, preguntan desde Hostelería Charra.





















8 comentarios en «Ocho meses de obras y negocios que cierran»
Así es como gestiona la junta y alcalde los proyectos,es impresionante como miran si puede haber solución para que no afecte a los establecimientos y trabajadores.Es penoso, máximo apoyo para todos estos establecimientos y trabajadores.
Ni la Junta, ni el Ayuntamiento. La izquierda, ADIF, el Ministerio de Fomento, Gobierno, de ellos depende esta obra y pasan por encima de quien sea.
Y si le digo q esta obra es de Adif y Adif depede del gobierno, del ministerio de transporte y el ministro es el socialista Oscar Puente. Ahora seguro que ya pensará de otra manera
No se puede entender que este cortadopara hacer un viaducto tanto tiempo, con los medios tecnicos que hay ahora mismo es para que en tres meses o menos se termine la obra.
Sólo importa la hostelería , las carnicerías , fruterías, gasolineras etc… Estos no deben tener familias q mantener!!!
¡Pero si esa obra la está haciendo Adif! Es decir el Gobierno.
De pena todo….
Cuanto ingeniero hay