La imputación del exministro Cristóbal Montoro ha desatado una tormenta política entre el Partido Popular y el Gobierno. Mientras el PP busca desvincular el caso de las tramas que afectan al PSOE, el Ejecutivo ha aprovechado la noticia para lanzar una dura contraofensiva, acusando a los populares de tener un historial sistémico de corrupción.
La defensa del PP: “No se está hablando de mordidas ni prostitutas”
El vicesecretario de Hacienda del PP, Juan Bravo, ha sido el encargado de marcar la línea de defensa de su partido. Aunque ha mostrado un «respeto máximo» por la justicia, ha insistido en que el caso Montoro «no puede ser comparado» con el ‘caso Koldo’ o los escándalos que rodean al PSOE.
Para argumentarlo, Bravo ha señalado que las leyes investigadas pasaron todos los controles de la Administración, incluido el del Consejo de Estado y el Congreso. Además, ha lanzado una pregunta al aire: si esas normas eran tan perjudiciales, «¿por qué el PSOE no las ha modificado en sus siete años de gobierno?».
El argumento central del PP es diferenciar la naturaleza de los casos. «No se está hablando de mordidas, prostitutas, colocación de amigas o cátedras que no existen», afirmó Bravo, en una clara alusión a las tramas que han salpicado a los socialistas.
El contraataque del Gobierno: “Una vergüenza” y una “kitchen fiscal”
El Gobierno de coalición ha respondido con contundencia y de forma coordinada. La actual ministra de Hacienda y sucesora de Montoro, María Jesús Montero, ha enmarcado el caso como un episodio más de la corrupción del PP. «Un ministro más de Aznar que tiene que dar respuesta en los tribunales», sentenció, acusando al PP de «poner los resortes del Estado al servicio de intereses minoritarios».
El ministro Óscar López elevó el tono, calificando la trama de «vergüenza» y de una nueva «‘kitchen fiscal'». «¿Hoy Feijóo no tiene nada que decir? ¿Dónde están sus lecciones?», se preguntó, exigiendo al PP la misma contundencia que los populares reclaman al PSOE ante casos de corrupción. Fuentes del Gobierno citadas por RTVE llegaron a pedir la expulsión de Montoro del PP, instando a Feijóo a «dignarse a romper el silencio».
Por su parte, la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, afirmó que este caso demuestra que «el conocido milagro económico del PP es en realidad el milagro de la corrupción». Para Díaz, lo más grave es que presuntamente «eran los corruptores los que hacían las leyes», y ha calificado de «auténtica vergüenza» que el «ministro de la austeridad y los recortes» estuviera implicado en una trama que perjudicaba las arcas públicas.





















