¿Quién no ha recibido algún bulo por WhatsApp? Cada vez es más frecuente la aparición de hoax, o “bulos”, que son una variante del spam (correo no solicitado). En algunos casos pueden ser delictivos, así que la Policía recomienda no reenviarlos a lo tonto.
Silvia Barrera, Inspectora de la Policía Nacional, Jefa de Grupo de Redes de la Unidad de Investigación Tecnológica, indica en un artículo de TecnoExplora cómo identificarlos y ofrece una recomendación básica: «Jamás reenvíes. Si lo haces, que sea para advertir de su falsedad o después de contrastar en una fuente oficial que su contenido es cierto».
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Generalmente no son delictivos, pero hay casos en los que el contenido de estos bulos si podría incurrir en conductas delictivas muy concretas. Barrera especifica las más probables.
– Estás en el centro comercial ‘La Gaviota’ o en un estadio de fútbol viendo una final de Champions. De repente un mensaje de whatsapp te avisa de lo siguiente: “URGENTÍSIMO, no se sabe cuándo, pero en el transcurso de la tarde explotará una bomba”. Como tú, lo reciben miles de personas de amig@s y familiares que saben que sus seres queridos se encuentran allí. ¿Puedes imaginar qué será lo siguiente? Una investigación por un delito de desórdenes públicos al afirmar falsamente la existencia de aparatos explosivos con el ánimo de atentar contra la paz pública, y un caos brutal con inesperadas consecuencias.
– Otro bulo que puede llegar a ser muy cruel y que afecta más a los menores: Elena, de 15 años, lee un mensaje que le muestra su compañera de clase y que acaba de recibir: “RUMOR: Elena se acuesta con todos los de su clase. A lo mejor tu eres el siguiente: SUERTE” y lleva aparejado una foto manipulada de su víctima de carácter erótico. El fin exclusivo de este mensaje es denigrar y humillar a Elena. En ese caso, su autor podría ser investigado por cometer un delito de vejaciones. Si se atenta contra el honor de otras formas, podríamos estar hablando de injurias.
– Afirmaciones muy frecuentes del tipo “la bebida de marca “tal” es cancerígena y puede crear malformaciones futuras” esconden estrategias comerciales de desprestigio contra marcas comerciales que pudieran ser también denunciables.
Pautas para detectarlos
No es fácil identificarlos, pero existen unas pautas que te pondrán bajo la sospecha.
-Barrera explica que «antes de reenviar, stop: razona su contenido y observa detenidamente el mensaje. ¿Realmente crees que Facebook o Whatsapp necesitan que reenvíes un mensaje para llegar a todos sus usuarios?». Estas pautas ayudan a desenmascarar un bulo:
– ¿El remitente es alguien conocido? Probablemente no y, si lo es, será tu amig@ el que ya ha caído en la trampa. La información que contiene, ¿no es extraña? Está mal redactada o traducida, con imprecisiones; suena mal. Si provinieran de una fuente oficial, no se cometerían semejantes errores cuando va implícito el prestigio de esa marca.
– Su contenido es alarmista (¡urgente, importante!) o con un tono sentimental (¡Cómo no lo vas a compartir!).
– ¿No echas en falta links donde te permitan ampliar o contrastar la información?