Las citas en ‘First Dates’, el programa de Cuatro para buscar pareja, no siempre salen bien. Ha vuelto a ocurrir este miércoles entre María y Adrián, otra relación imposible. Él, que no dudó en definirse como “golfo, pero buena persona” y amante de la fiesta, confesó desde el principio su intención de superar su divorcio con una nueva compañera. El estilo de vida del soltero no agradó a la mujer. Ambos están divorciados y tienen hijos, pero hay muchos puntos que los separan.
Tampoco se sintió atraída por su aspecto exterior. “Físicamente me gustan sus tatuajes, me gusta su pendiente… Lo que no me gusta es que es muy flaquito y muy bajito”, explicó. Pero lo que menos convenció a la soltera fue que él estuviera desempleado. Tras trabajar 12 años en el puerto de Algecitas, Adrián contó que está en el paro desde hace tres semanas. “Tiene que buscar trabajo, porque yo no voy a mantener a nadie”, enfatizó María, quien añadió que tampoco aspira a que ninguna pareja la mantenga.
Por su parte, la soltera relató que su intención acudiendo al programa tras cuatro años sin pareja era “conocer a alguien, compartir la vida, viajar…”. Y dejó caer que lo suyo es una relación “cerrada”. Para tantear a Adrián a ese respecto, le preguntó directamente: “¿Cómo te va a ti lo de las relaciones abiertas?”. Y él se sinceró: “Creo que estoy en el mejor momento de mi vida…. Por qué no, todavía puedo probar”.
Cada vez que él desgranaba detalles sobre su estilo de vida, la incompatibilidad entre ambos se iba haciendo más latente para María. Ella contó que no bebe y que no le gusta el tabaco, mientras que él, gran amante de la fiesta, dijo que los fines de semana, cuando sale, “cae algún cigarrillo”. Esto tampoco agradó a María: “Me gusta que se cuiden y que hagan deporte, que comparta esa afición conmigo”, apuntó con decepción.
Pero hubo muchos más detalles que para María fueron sinónimo de un ‘no’ rotundo: “Le gusta el senderismo, a mí no; le gusta montar a caballo, yo tampoco le puedo acompañar a eso porque no me gustan los animales; le gusta la cerveza, tampoco puedo porque no me gusta”. Mientras, Adrián mantenía una versión muy distinta: “Creo que nos merecemos conocernos un poco más”, aseguró.
De hecho, él sí estaba dispuesto a tener una segunda cita para profundizar más y acercar a María a sus aficiones: el mar y los caballos. Pero María ya tenía tomada su decisión y rechazó otro encuentro con Adrián. “Tú tienes un pensamiento de qué quieres en tu vida y yo estoy un poquito más centrada”, sentenció la soltera, sin dar opción a más planes juntos.
