“Cuando lo conté en el trabajo, no me creyeron. Todos dijeron que me lo estaba inventando”. Así se expresa Pimienta a cerca de su última cita a través de una aplicación. Ocurrió en una ambulancia. Fue algo inesperado y absurdo, como todas las aventuras del podcast salmantino ‘Muda limpia’.
“Hicimos una dinámica de grupo en la que había que inventarse una verdad y una mentira sobre uno mismo y los demás tenían que distinguir cuál era cuál. Yo conté lo de la ambulancia y, como historia falsa, me inventé que había tenido un negocio rural alternativo hacía años. ¡Todos dijeron que lo de la ambulancia era imposible!”, explica la periodista. “Y cuando les confirmé la realidad, todo el mundo quería saber si encendió la sirena. Luego hicieron bromas sobre el tema durante semanas…”
“Yo siempre te creí y siempre te creeré. Porque tus cita superan cualquier expectativa, querida Pimienta. Aunque no digo más porque no quiero desvelar el final ni los detalles, que son dignos de ser oídos de tu propia voz”, apunta su compañera de abordo, también profesional de la comunicación, de seudónimo Sal.
Así que poco más cuentan a La Crónica de Salamanca estas podcasters charras sobre la nueva entrega de su ‘fruta prohibida de los podcast’ esta semana. “Es que lo mejor es escucharlo. ¿No se dice eso de ‘ver para creer’? Pues en nuestro caso el dicho es sin duda ‘oír para creer’. Pero sobre todo, ¡oír para reír!”, enfatiza Sal, por fin recuperada de un catarro traicionero pillado en circunstancias rocambolescas.
Es posible adentrarse en esta loca entrega de ‘Muda limpia’ a través de Ivoox y Spotify.
